2 diciembre, 2019
El comienzo de la Era Morena
El 2 de Diciembre no es un día mas en la historia de Peñarol. Un día como hoy, de 1973, llegaba el primer gol clasico del Nando Morena, el primero de tantos que nos hicieron mantenernos invictos frente al tradicional rival. Porque cuando mojaba Dios, Peñarol no conocia la derrota.
Y no fue un gol más: fue a Manga, el idolo tricolor. Pero sobretodo, marcó un quiebre; se terminó una etapa y empezó otra. Lejana en el tiempo pero presente y vigente en traumas y cicatrices.
Pasada la Década de Oro de los ’60, el fútbol uruguayo parecía inclinarse hacia la vereda de enfrente. El tetracampeonato de Nacional abría las puertas a un segundo Quinquenio albo, que nunca llegaría. Por eso, un día antes de su adiós, el Presidente Güelfi abrocha la llegada del futuro ídolo, Fernando Morena. Y con este pase, sepultó para siempre al tradicional rival y le regaló a los hinchas de Peñarol a su nuevo héroe.
Como bien dice Pablo Muro en su biografía deportiva de Fernando Morena, titulada «El Nando», Güelfi «habia dedicado su vida a Peñarol, y su ultima obra había sido la contratación de quien sería el más grande goleador de toda la historia del futbol uruguayo. Se tiene que haber ido en paz».
Así, en enero del ’73, el histórico goleador llegaba al aurinegro, consciente del lugar donde estaba: «Peñarol tiene un público que levanta al jugador y al equipo. Y hay que responderle. Creo que meter un gol con la camiseta de Peñarol debe ser resonante. Espero sentir eso pronto» (El Pais, 25/1/1973).
El debut
Su primer partido en el Centenario fue ante Boca Juniors, por la Copa del Atlántico, el 7 de Febrero. Con el partido 2-1 en favor de los argentinos, Morena ingresó para el segundo tiempo y antes de los 5 minutos… gol. Finalmente, el Decano triunfó 3-2 y se alzó con el título.
1973: Su primer gol clásico
La historia nos sitúa en el 2 de Diciembre de 1973. A falta de 3 fechas para terminar el campeonato, Peñarol (29) aventajaba a Nacional (24) por 5 puntos, por lo que un empate clásico significaba título, vuelta en la cara y sepultaba las chances de Quinquenio tricolor. Y así fue.
A los 3 minutos del segundo tiempo, llegaría el ansiado gol de Morena. El de la historia. Finalmente el partido terminó empatado 1-1, y la copa fue a las vitrinas de Peñarol. La racha se había terminado y el fútbol local volvía a la normalidad: Peñarol primero, Nacional segundo. Como diría «El Gráfico» en 1999: «Una dictadura de dos, dónde por cuestiones de paternidad generalmente festeja uno solo».
El Nando dedicaría el título a la familia de Gaston Güelfi y a Juan Faccio, figuras claves en su arribo a Peñarol. De acuerdo a sus propias palabras: «¿Los goles? No me interesarían si fuéramos segundos. Me importan porque contribuyeron para ser campeones». Tiempo después, el ídolo reconocería este gol como el más importante de su carrera.
El campeón ganaría 14 partidos, empataría 7 y perdería solamente uno. El Potrillo ya hacía de las suyas, logrando 23 goles, seguido por delanteros de Defensor y Liverpool con 12 cada uno.
Finalizaba así una etapa oscura y comenzaba una sumamente gloriosa.
1974: Bicampeonato y conquista de Europa
El 31 de enero, Morena vuelve a convertirle un gol a Nacional, en un nuevo empate por Copa del Atlántico. Seis dias después y por Copa Libertadores, el Decano quiebra la racha y gana el clásico 1-0. Como diría El Diario: «el clásico parece señalar el fin de un ciclo y el comienzo de otro». Vaya si sería cierto…
El de 1974 sería un año plagado de triunfos. En gira por Europa, el aurinegro obtiene varios títulos. Por semifinales de la Copa Teresa Herrera derrota 1-0 al Barcelona de Cruyff, y en la final vence 3-2 al Borussia Moenchengladbach en un increíble partido que perdía 0-2 frente al subcampeón alemán, plagado de recientes campeones del Mundo con Alemania, obteniendo el título. En el resto de la estadía por el Viejo Continente se consiguieron torneos de la talla de la Copa TAP, la Copa Mohamed V en Marruecos y el Trofeo Feria y Fiesta en España.
El 8 de Diciembre el fixture indicaba clásico por la Segunda Rueda del Campeonato Uruguayo. El de la primera rueda fue aurinegro (2-0), con otro gol de Morena. En el de la segunda ronda (a falta de dos fechas para terminar el torneo) Peñarol podía consagrarse campeón uruguayo, nuevamente frente a Nacional. Y otra vez, así fue… Paseo, 3-0. De nuevo, Morena. De nuevo, bicampeonato. De nuevo, ante Nacional. El goleador de toda la historia culminaría el torneo con 27 anotaciones y lograría el mejor promedio en la historia del Campeonato Uruguayo, con 1,23 goles por partido.
1975: El tricampeonato
La temporada de 1975 empieza con un singular torneo: la Liguilla Pre-Libertadores. Y si será cruel el destino, que Peñarol gana sus primeros tres partidos y llega al clásico con chances de salir campeón.
Y una vez más, como la anterior, o la anterior a esa, Peñarol vuelve a ganar un titulo oficial frente a Nacional. Y una vez más, Morena. Peñarol humilló a su rival 4-1 y se alzó con la primera edición de la Liguilla. El trauma era inevitable, y El Dia, contundente: «La fiesta fue completa para el triunfador que se despachó con otra vuelta olímpica mientras el tajante y estruendoroso ¡Hijos nuestros! resonaba en el espacioso ámbito». Por si fuera poco, en la última fecha, Nacional perdería con Wanderers en la ultima pelota y quedaría eliminado de la Copa Libertadores. A Wanderers lo dirigía un joven Óscar Washington Tabárez, quien años después sabría amargar al albaje dirigiendo al aurinegro.
El 20 de abril de 1975, se jugaría el clásico numero 100 por Campeonato Uruguayo Profesional. Empatados a un gol y con 10 jugadores contra 11 de Nacional, el partido se iba en un empate cantado. Pero a tres minutos del final llegó la pirueta histórica. ¡Media chilena del Nando y golazo! En la hora y con uno menos, a lo Peñarol.
El clásico de la segunda rueda sería decisivo. Peñarol caía 1-0 y de golpe, penal a Morena. Pateó el Nando y el partido terminó empatado 1-1. Nacional, fiel a su proceder cada vez que se la ve fea, empezó a llorar y protestar el penal sancionado. Fernando, intachable como siempre, fue claro: «¿Desde cuando un foul dentro del área no es penal?».
Nuevamente el carbonero se quedó con el Uruguayo, esta vez de forma invicta al igual que la Liguilla. Pero además, el Nando alcanzaría 34 goles en un Campeonato, superando el récord vigente hacía 42 años de Pedro Young. Le duraría poco, porque él mismo se encargaría de elevarlo a 36.
Finalizado el Uruguayo, el Decano vuelve a Europa a defender los honores del año anterior, y no falla. Derrota 3-2 al Atlético de Madrid tras ir en desventaja y en la finalísima ante el Cruzeiro empata 3-3 en un increíble partido, tras ir tres veces abajo en el marcador, y conquista el bicampeonato de la Copa Teresa Herrera por penales. Posteriormente, se derrota 2-1 al Betis y 3-2 al Malaga para ganar el Trofeo Costa del Sol.
1976: Sin títulos pero con alegrías
Los títulos serian esquivos este año, pero la hinchada más grande del país seguiría festejando una paternidad contundente en materia clásica. Durante 1976 las tradicionales camisetas de nuestro país se enfrentaron 8 veces, con 5 triunfos de Peñarol, dos empates y tan solo una derrota.
El primero de todos fue por la Liguilla y el resultado fue tan aplastante como sorprendente. Con un triplete del Pibe de Oro, Julio Cesar Jiménez, Peñarol arruinó a Nacional con un categórico 5-1.
En marzo llegarían los clásicos por Libertadores. El primero fue un empate 1-1, por lo que el de la segunda vuelta se presentaba decisivo. Con un hombre menos desde los 30′ y yendo al vestuario 0-1, el aurinegro daba vuelta el clásico en 9 minutos (goles a los 71 y los 80) y acentuaba aún mas la paternidad de aquellos años. Finalmente, Peñarol clasificaría como primero en su grupo, y el CNdeF quedaría eliminado en Fase de Grupos.
Por Uruguayo se empató el de la Primera Rueda y se llegó al de la segunda en un ambiente sumamente tenso, donde Schiaffino (DT mirasol) denunciaba una clara campaña del periodismo en contra del club decano. Años después, Víctor Hugo Morales en su libro El Intruso, reconocería que «era una época donde yo había hecho publico mi repudio a Cataldi y toda la directiva de Peñarol, protestaba contra el fútbol ordinario de Peñarol». El verdadero Contra Todos, y Peñarol se la bancó sin llorar. Finalmente, con Máspoli como técnico y un gol del Nando, se vuelve a ganar el clásico 1-0 y vuelve a escucharse el hiriente grito de guerra: ¡HIJOS NUESTROS!
Luego siguió un empate 2-2, y llegaría la primer derrota del año en el séptimo encuentro. Pero la revancha llegó rápido con la Liguilla 1976, jugada en Diciembre. Con un hombre de menos desde el minuto 32 y un doblete de Morena, todo volvía a la normalidad con un contundente 2-0 clásico.
Como diría El Diario: «A lo Peñarol. Los dientes apretados, el gesto serio, la pierna fuerte. La vida jugada a cada pelota. Peñarol… La falta de convicción, la blandura anímica de alguno de sus hombres. La sensación de impotencia. Nacional… con las viejas frustraciones de Nacional a cuestas». La paternidad era inapelable. Para cerrar el año, Peñarol clasificó a la Copa y Nacional la escuchó por la radio.
1978: El cuarteto
En 1977 no se lograron títulos pero se mantuvo el invicto clásico con 4 empates y se evitó una posible vuelta en la cara. Pero el ’78 fue un nuevo año de gloria. Peñarol sería campeón uruguayo invicto, de la Liguilla y de la Liga Mayor.
En enero y por Liguilla llegó el primer clásico. Triunfo 1-0. Peñarol volvería a quedarse con el titulo y Nacional sin copa. Los goles clásicos del Nando seguían llegando y con ellos, el invicto clásico aurinegro crecía. El 16 de Julio fue la tarde del récord: ante Huracán Buceo, el Potrillo rompería 7 veces la red y hacía caer el récord de Falero de 6 goles en un partido.
Con 17 victorias y 5 empates, Peñarol se corona campeón uruguayo invicto, con 70 goles a favor (más de 3 por partido). Además, Morena supera su propia marca y lleva el registro de goles en una temporada a 36.
Pese a caer derrotado en el primer clásico de la Liga Mayor, se empata el segundo y se obtiene el título. En diciembre llegó la Liguilla 1978, la quinta de la historia y como en todas las anteriores, la alegría fue del pueblo. Peñarol despachó el clásico con un claro 3-0, con un doblete del goleador de toda la historia.
Peñarol se quedó con los cuatro torneos oficiales jugados en el año.
1979: Fin de la primera etapa de Morena
El último golpe de la década, antes del descanso de principios de los ’80.
El año clásico empieza con un categórico 4-0 a favor de Peñarol, por Copa Montevideo. Por Libertadores, se empatan los dos (el segundo 1-1 en la hora con un jugador menos) y una vez más, Peñarol clasifica y Nacional se vuelve a casa. Por Uruguayo, se pierde el primero pero se gana el segundo y se vuelve a obtener el título coronando el bicampeonato 78-79.
Así finaliza el primer período de Fernando Morena en Peñarol, el hombre que cambió la historia. O mejor dicho, la acomodó. Los ’60 habían sido escalofriantes y cuando parecía que Nacional podría sacarse un poco tantos metros de espina de adentro, llegó el Nando, el padre clásico.
Desde el quiebre en el clásico del 2/12/73, se jugaron 36 partidos frente a Nacional: se ganaron 14, hubo 16 empates y se registran solo 6 derrotas. Se ganaron 5 Uruguayos de 7 jugados, contra 1 del tradicional rival y se registran varias vueltas en la cara de los bolsos (2 Uruguayos y hasta una Liguilla).
Además, se ganaron todos los clásicos por Liguilla y se registran varias goleadas en el período: 5-1, 4-1, 4-0 y dos 3-0.
En el plano internacional se comparte grupo de Libertadores tres veces con el CNdeF, clasificando como primero en las tres oportunidades y dejando afuera a los de 8 de Octubre (1974, 1976 y 1979).
Por todas estas cosas, el 2/12/1973 es una fecha que quedará por siempre en la historia de Peñarol. El comienzo de la Era Morena.
Fotos: Gentileza Darwin Morossini y William Medina.
Estimados todos. Si bien estoy en concordancias de fondo con todos los foristas, deseo expresar un detalle para nada menor.
Este enorme profesional, jugador y goleador (el orden no es caprichoso) fue el responsable directo del titulo dado por la fifa como mejor equipo sudamericano del siglo XX. Bah campeón del siglo.
Si bien veníamos de una decada dorada (la del 60), la mano venia de cuatrienio de los que te dije y si el hubiera elegido ir con ellos se nos venia la noche y chau distinción.
El gran Cr Gaston Guelfi lo tenia re claro y por eso su enorme esfuerzo que lo llevo a la misma muerte. Por esto ultimo diré hasta mi muerte que si las tribunas de nuestro estadio debían llevar los nombres de presidentes notables, por lo menos la «Olímpica» debería llevar su nombre.
Abrazo carbonero.
salu.
Socio 57553
MI FELICIDAD EN LA NIÑEZ Y PREADOLESCENCIA SE LLAMA FERNANDO MORENA , ¡GRANDE IDOLO¡
Eterno agradecido me regalo la alegria en mi juventud. Nunca mas otro igual!! GRACIAS
Ese dia estaba en la olimpica- como el primer gol contra boca donde, luego, el 3 gol lo hizo de una manera maravillosa eludiendo a seis jugadores de boca el pibe gimenez- el corner fue de olimpica y colombes y el nando metio el parietal derecho para romperle el arco a Manga. En 1974 tambien estaba llevabamos 16 clasicos sin ganar y ganamos con gol de ruben romeo corbo y le anularon el empate a mantegaza.
Gracias Guelfi, gracias Cataldi que lo trajo de nuevo y gracias Nando por siempre!!!!
Para mi, junto con Tito y Don Alberto(Dios los tenga en su gloria), lo más grande que tuvo Peñarol. Salu’ Nando.
Cuando se podían invertir en excelentes jugadores, los resultados eran excelentes.
En aquellas epocas las pelotas eran pesadas y más mojadas. Pozos en las canchas, barro, nada de dryfit ni camisetitas térmicas.
Hoy: se lesionan con un cesped que parece una alfombra de hotel 5 estrellas. Camisetitas dryfit super secas, livianitas. Pelotas de alta tecnología, con efectos al estilo supercampeones, zapatos de futbol livianos, ergonómicos y aún así…..se viven rompiendo o no le saben hacer un gol al arcoiris.
Aprendan de las actitudes de antes, jugadores del hoy.
Para los que tuvimos la suerte de verlo, es y sera el idolo maximo. Hasta que no haya una debacle mundial que afecte seriamente la economia del mundo, nunca mas se volvera a repetir algo asi, porque los fenomenos como el duran 3 meses en el futbol uruguayo y ya lo venden….
Ese día quedó grabado en mi memoria como el día que hice el clic por Peñarol, pese a que mi viejo me llevaba desde muy chico a los 8 años y en ese partido fue mi despertar de hincha
No solo morena le hizo un golazo a Manga sino que el gran bombón Gonzalez sobre el final del partido y de chilena sobre la Amsterdam evita el gol del tradicional rival
Gol del potrillo, chilena del bombón y primera vuelta en la cara de muchas que le vi dar a Peñarol frente a la gallina !!!!
Recuerdo que en esa época, a Morena le tenían temor los de la vereda de enfrente, porque su mayor dolor, no era perder el partido, el verdadero dolor, era que el gol se lo hiciera Fernando Morena.
Era doble presión, no solo tenían la difícil tarea de ganar, además, estaban pendientes de Morena.
Morena, a veces, no aparecía en el juego, pasaban los minutos y el buscaba colocarse, se movía y la pelota no le llegaba; cuando parecía que no pasaba nada con Morena, GOOOL, si de Morena; generalmente, era el gol para abrir el partido, o para empatarlo o para sacar la diferencia y poder ganarlo.
Tenía un pique corto que le permitía sacarle el metro necesario para definir de primera, a la carrera y como venía; hacía tantos goles con el pie como con la cabeza, en ese sentido era completo.
Para ilustrar a los que por razón de edad no lo vieron; ( espero lo mayores no se ofendan con las comparaciones que siempre son odiosas) tenía el oportunismo de Cavani , la elegancia para cabecear y mantenerse en el aire cuando los demás caían, picaba a todas hasta el último segundo, jamás se daba por vencido , pero todo lo hacía con elegancia y limpieza, respetando a los rivales.
El no ganaba como Suárez, luchando y empujando, se desmarcaba y cuando aparecía, con un toque rápido , la mandaba al fondo de la red.
Acá siempre digo que no me importan cuántos pases se dan por partido, si ni se juega lindo, ni nada de eso. LO QUE IMPORTA ES GANAR. Es justamente lo que vos decís. El 9 no tiene que estar tan pendiente de participar en el juego colectivo, tiene que desmarcarse y mostrarse para recibir y encarar para el arco, o cabecear bien, por ejemplo. No interesa que el 9 la toque poco, porque si la toca cinco veces por partido y hace tres goles ya cumple sobradamente su misión. Morena era así. Como tu decís, a veces parecía que no pasaba nada con él, deambulaba por la zona ofensiva. Pero el tipo iba buscando su lugar para recibir y clavar la daga, sea por bajo o de cabeza. Ya no se «fabrican» goleadores así porque el concepto cambió; hoy día se juega colectivamente y el 9 ha perdido esa capacidad goleadora por estar preocupado de participar en el juego de equipo. De ahí que también aparezcan otros que hacen goles (mediocapistas, laterales, volantes, «carrileros», etc.).
No lo vi jugar porque nací en 1978. Cuando entré en razón Morena estaba por retirarse. Pero, sin embargo, he visto decenas de videos. Los dos mejores número 9 de esa década fueron él y Aguirre, en ese orden.
A partir de ahí, no logramos tener un número 9 de esas características. La única excepción podría ser Luis Romero en la década del ’90, pero con sus limitaciones, porque salvando las distancias, el «Lucho» no estaba ni ahí a la altura de Aguirre y Morena.
Pienso -y esto es muy personal- que parte de la debacle en la que caímos internacionalmente desde 1988 -con la excepción del oasis de 2011- se debe a la falta de un número 9 con similares características a las de Morena y/o Aguirre, así como a la carencia de punteros veloces y bien abiertos y un verdadero capitán y líder, pues el «Cebolla» no es una cosa ni la otra.
Desconozco cómo se manejan quienes dirigen en las juveniles, pero bueno sería que cada tanto, a la hora de una comida, se junten técnicos y botijas a ver partidos de estos monstruos y entiendan que si están en PEÑAROL y si PEÑAROL tiene toda la gloria que tiene, es porque estos futbolistas son parte fundamental de ella. A ver si se les contagia.
Cordiales y carboneros saludos.
Con el respeto y el cariño que le tenemos a Aguirre, no se acerca ni un poquito a lo que fue Fernando Morena.
Los números de Morena, hablan por sí solos; pero hay detalles que los números no llegan a trasmitir.
Muchas veces, el Peñarol de esa época era más de marca que de creación, el comienzo de Morena fue con el argentino Quevedo de puntero; desborde de Quevedo , centro y gol de Morena.
Era todo lo que se necesitaba, poner una pelota en el borde del Area y Morena saltaba más que todos y con la frente, el parietal o el coco, de frente , de costado o de espaldas, no se sabe cómo, se las arreglaba para mandarla al fondo de las piolas.
Cuando el equipo se reforzó con Rúben Paz, Chicharra Ramos, Ildo Maneiro, Morena se volvió una maquina de hacer goles .
Pero más que todo, Morena no solo hizo goles en cantidad, sino que hizo los goles decisivos para ganar clásicos, campeonatos uruguayos, liguillas y Copa Libertadores.
Es muy cierto lo que decís, por eso puse en mi comentario que el orden es, en primer lugar, Morena y segundo, Aguirre.
El goleador de toda la historia!!!. En estos días en que se recordaba la cuarta libertadores con un gol suyo, en la hora y en Santiago. . . volví a ver el video y se me puso la carne de gallina (con perdón de la expresión). . . Por razones de edad y también familiares (mi viejo era hincha de nacional y no me llevaba al estadio. . . ) empecé a ir a ver a Peñarol ya siendo adolescente, a mediados de los 70. . . Vale decir que disfruté toda la «era Morena», todos sus records. . .
Tremendo. . . Hoy en día un goleador como Morena sería impagable para nosotros. . . . y si llegaba a Peñarol, no duraba ni seis meses. . . Pensar que se fue al Rayo Vallecano, por un poco menos de un millón de dólares. . . El muchacho no tiene la culpa, pero hoy la nro 9 de Peñarol la usa Gastón Rodríguez. . . y en su momento muchos hinchas decían que por tres palos verdes era un regalo. . . . En fin, me atacó el viejazo. . .
Salud Nando querido!!!!!!
No te enojes con tu viejo, pagar la entrada para ir a sufrir, a nadie le gusta. Y esa época fue dura para ellos, pero no le echaban la culpa a los jueces como ahora, sabían que el culpable era Morena.
Un centro delantero cómo pocos. Técnicamente completo. Implacable por arriba, o con las dos piernas y grán pegada de tiro libre. Veloz, inteligente, no se lesionaba nunca.
Una pesadilla para cualquier defensa y en particular para una hinchada.
«1793: Su primer gol clásico».
Invirtieron los números, muchachos, su primer gol clásico fue en 1397.
Buenas noches.
No habrá otro igual al Nando, una máquina!! Y siempre determinante, ni que hablar contra la gallina…Son de miedo los números del Potrillo, hacen entendible cualquier trauma de los de la quinta
Yo estuve en ese clásico con 14 años fuí desde Florida en omnibus a la América,jamás me voy a olvidar de la chilena del bombón Gonzalez casi en la línea para ahogar el grito de gol( sería el 2a1 para los soretes)….esa jugada la recuerdo perfectamente pero el gol del Nando no….cosas de la vida…
Quien siendo niño no fue Morena…
Yo admiraba a Morena, pero jugaba de lateral, copiaba cada movimiento del Bombón González, las patadas también.
Gonza querido!! Peñarol nomaaaa