Marcel volvió a demostrar que es siempre solución en el medio de Peñarol. Jugó aportando mucha cabeza táctica, no trasladando la pelota innecesariamente, haciendo pases muy buenos, abriendo la cancha y marcando presencia en todos lados. Hizo la asistencia del gol y siempre tuvo una lectura lúcida, disimuló con astucia y virtudes sus casi 5 meses sin jugar, renovando el valor como pieza de recambio que siempre rinde cuando es llamado a actuar.