Federico Valverde demuestra su calidad en Los Aromos. Cada día que pasa evoluciona un poco más. Lo notan sus compañeros, cuerpo técnico y cualquiera que vea los entrenamientos del conjunto Decano; merece minutos con el plantel principal.

Habitualmente lo mejor es llevar a los juveniles de a poco, no cargarlos de presión. Para sobrellevar la responsabilidad del equipo están Antonio Pacheco, Marcelo Zalayeta y Luis Aguiar. Pero hay casos especiales, y éste es uno de ellos.

Lo del Pájaro ha sido ascendente desde el primer día que pisó el Complejo Washington Cataldi. Los que lo conocemos desde las formativas, sabemos de sus dotes de estratega y jugador completo; panorama, habilidad, pases al pie, excelente pegada y tranquilidad en los momentos más calientes de un partido.

Pero verlo aplicar esas cualidades en las prácticas es otra cosa. El pibe es desfachatado, tira caños y lujos (siempre y cuando sea necesario), ante Antonio Pacheco o Damián Macaluso. No tiene problemas en ordenar a Marcel Novick y además sabe escuchar a sus compañeros y cuerpo técnico para mejorar.

Pudimos ver a Valverde quedándose a entrenar tiros libres con Pablo Bengoechea como consejero. Un privilegio que solo Peñarol puede darle a un chico de su edad. El Profe le mostraba como darle a la pelota, el Pájaro escuchaba y lo aplicaba en el acto.

El resultado era fatal para el arquero Leandro Gelpi, que veía como el esférico ingresaba en el ángulo una y otra vez. Este fin de semana, el volante jugará en su divisional (Quinta), pero esperamos con ansiedad verlo en Primera División. Bengoechea sabe que el muchacho le puede dar mucho al conjunto aurinegro.

Escrito por Wilson Méndez