En un partido donde Peñarol propuso lo que pudo y el rival se dedicó a aguantar el resultado, el Decano empató sin goles en el tercer clásico disputado en el Estadio Campeón del Siglo.

El mirasol arrancó con Kevin Dawson; Giovanni González, Formiliano, Gary Kagelmacher, Joaquín Piquerez; Jesús Trindade, Walter Gargano; Jonathan Urretaviscaya, David Terans, Facundo Torres; Matías Britos, en una formación esperable del técnico Mauricio Larriera.

El primer tiempo tuvo lo mejor del partido para los dos lados. Los arqueros mostraron sus mejores dotes en la etapa inicial, donde se jugó un partido un poco más abierto que en la segunda mitad. Dawson salvó el arco mirasol en una atajada que valió como un gol, y el carbonero exigió en reiteradas oportunidades al guardameta visitante.

El segundo tiempo fue mucho más chato, bajó el ritmo y bajaron las situaciones de gol en ambas áreas, enfrentando a un rival que firmó el empate desde el primer momento y se dedicó a cuidarlo, sin asumir los riesgos que implicaría atacar para intentar llevarse un triunfo del estadio Campeón del Siglo.

Después vinieron los cambios y una insólita expulsión (y cuando decimos insólita no exageramos ni un poco) a Cristian Rodríguez que terminó de desvirtuar el partido. Hubo lugar para una nueva tarjeta roja, esta vez por doble amonestación a Armando Méndez, y poca cosa más.

Así se fue un encuentro clásico que no sirvió desde los puntos, aunque el resultado implica todo un hecho histórico: el empate pasó a ser el segundo resultado más probable y la derrota aurinegra el resultado menos común.