Peñarol cayó 2-1 ante Atlético Tucumán y se despidió de la fase de grupos de la Copa Libertadores: como en el 2012, como en el 2013, como en el 2014 y como en el 2016. Es doloroso ver a esta camiseta siendo derrotada una y otra vez ante equipos como Emelec, Arsenal, Santos Laguna, Huracán, Atlético Tucumán y Jorge Wilstermann.

En lo que va del Siglo XXI, Peñarol solamente pasó dos veces la fase de grupos: 2002 y 2011. Esto es inadmisible. Siempre la misma historia, plantel nuevo, técnico nuevo, jugadores que se tienen que conocer y la bola de nieve interminable.

De estos últimos 90 minutos hay poco para decir, el equipo estuvo metido atrás, tras un planteo mediocre del entrenador y recién cuando recibió los dos goles salió en busca del partido. El Cebolla jugó prácticamente solo, se extrañó a Nahitan, Gastón Rodríguez ingresó e hizo la diferencia. Los tantos que nos anotaron fueron puramente responsabilidad nuestra, infantiles.

Por si fuera poco, las posibilidades de clasificar a la Copa Sudamericana son muy remotas. Triste y doloroso.

¿Quién se hace responsable?