José Pedro Malet, protagonista de las consagraciones de Peñarol a nivel de basquetbol, dijo en el homenaje a los campeones del 82 que “a ese cuadro le sobraba temple. Nunca pensábamos que íbamos a perder. Y así aunque fuéramos los últimos suplentes estábamos todos convencidos”. Además hizo hincapié en que “fue, es y será un orgullo haber vivido todo lo vivido con el grupo”.

El ex jugador se emocionó mucho al rencontrarse con sus compañeros, a los cuales extraña mucho, y recordó entro otros partidos uno contra Malvín donde faltaban 3 minutos e íbamos perdiendo por unos 12 o 15 puntos pero todos los jugadores sabían que lo ganaban: “siempre sabíamos que lo íbamos a ganar”.

También contó la relación que mantiene con Daniel «Mahoma» Wenzel, a quien considera como un hermano deportivo y un padre, y que se lo sigue cruzando en el Estadio en los partidos de Peñarol. Contó que su compañero le regaló luego de un viaje por un Sudamericano unos calzados “Adidas tótem” que tanto quería, siendo éste una demostración de la relación de apadrinamiento que tenían.

El Peñarol del 82 y el 83 sorprendió ganando el Torneo Federal, el Campeonato Sudamericano de Clubes Campeones y un tercer puesto en la Copa William Jones (mundial de clubes), y Malet, con la personalidad que lo caracteriza, se preguntó: “¿cuándo va a aparecer algún equipo que sea mejor que aquel Peñarol? La verdad es esa, nadie logró una medalla de bronce a nivel mundial en un torneo de clubes. Quiero saber si hubo algún equipo a nivel de clubes que logró lo que logró este grupo de Peñarol”.

Por último, aprovechó para destacar la iniciativa que se tuvo para organizar este evento y dejar algún palito para que se mejoren las cosas. “Saben que me paso peleando porque una cosa como ésta sucediera y agradezco a Daniel (Viñas) y a Uriel (Cancela) que fue el que más se movió para que esto se hiciera posible. Pasaron 30 años de esto y nadie se acordó hasta que pasaron ellos y se acordaron”.