Peñarol perdió 3-0 frente a Nacional, por la séptima fecha del Torneo Intermedio, en una de las peores presentaciones clásicas de los últimos años, que significó el corte de una racha prolongada de clásicos invictos, la pérdida de la punta de la tabla anual (tercera posición), y que evidenció que de acá a diciembre, el Decano competirá en el Torneo Clausura con un plantel diezmado, corto y sin figuras desnivelantes.

Preocupante actuación de los dirigidos por Diego López en los 90 minutos de la tarde de hoy. Cuesta encontrar un punto alto, y hasta una situación clara de gol. Una vez recibido el primer gol (24 minutos) el equipo se desmoronó anímicamente. En ningún momento mostró esa actitud que, pese al poco juego, pudiera empujar al otro en busca de la paridad. Mucho menos cuando, 9 minutos más tarde, Nacional estiró la ventaja con un gol de otro partido.

Para el complemento se ensayaron variantes. Volvió al equipo el capitán Cristian Rodríguez, después del parate para su reacondición física, pero no tuvo mayores incidencias.

Peñarol no jugó nada distinto a lo que venía mostrando, no jugó peor que los partidos anteriores y eso es lo preocupante: es un equipo al que ante la primera adversidad, le cuesta enormemente recuperarse.

A los 21 minutos, Nacional liquidó el encuentro con el 3-0, sellando una derrota que golpea todos los cimientos mirasoles y llena de dudas, sobre todo, a los hinchas.