18 marzo, 2020
Peñarol es la vida
Todavía nadie hablaba de la cuarentena, cuando descubrí que en YouTube estaba el partido completo de la semifinal de vuelta 2011, contra Vélez, en Liniers.
Verlo sería un plan ideal para estos días de encierro, pero yo pude verlo un viernes cualquiera, de madrugada. De ese 2 de junio me acuerdo de todo: cómo llegué a Buenos Aires, dónde dormí, lo hecho mierda que estaba el baño del «hotel», lo que almorcé, lo que hice antes de llegar al Amalfitani.
Me acuerdo todo con lujo de detalles, como quien se acuerda de su primer día de facultad, de trabajo. De casi todas sus primeras veces.
No era la primera vez que iba a ver a Peñarol al exterior, pero ciertamente era la primera vez que me quise meter por la tribuna equivocada; de eso tampoco me voy a olvidar jamás. Ese puñado de hinchas de Vélez no me lo van a permitir.
Mientras veía el partido, casi nueve años después, me sorprendió que no me acordaba de casi nada de lo que pasó en el encuentro. Obvio, recuerdo los goles, el penal, el tiro por arriba del travesaño de Juan Manuel Olivera. Pero de muy poco más
Me acuerdo con quién me abracé durante cada festejo de esa noche (que fueron pocos, pero intensos), me acuerdo donde me ubiqué, con quiénes, cómo respetamos y deshicimos decenas de cábalas. Pero de fútbol, casi nada.
No recuerdo con exactitud cómo atajó Sosa aquella noche, pero me sé de memoria en qué pizzería revivimos las emociones, minutos después de clasificar a la fina. Con quién, cómo y qué tan fuerte canté que era un sentimiento que no podía parar.
Entonces comprendí, que Peñarol está mucho más allá de lo que pasa adentro de la cancha. Que lo importante es las relaciones que vamos tejiendo alrededor del club, más que la institución en sí misma.
El amor no nació con el Tito Goncalves, sino con la mano del abuelo que nos llevaba al cuartito del fondo a mostrarnos las más gloriosas fotos.
No nos enamoramos de los goles de Morena, si no de los cuentos del viejo, que siempre tenían un final feliz. No fue Bengoechea, ni Pacheco. Fueron los festejos con los amigos de siempre y los amigos de la cancha, esos con los que en un abrazo de gol sellan algo que va a quedar para siempre.
No, no fue la gloria lo que nos enamoró de este club. Es lo que está alrededor. ¿Quién no forjó amistades, amores, con Peñarol en el medio? ¿Qué hincha puede estar libre de eso?
No, no fueron las Libertadores, ni los Quinquenios. Fue la vida. Es la vida. Es Peñarol.
Un hincha más
Creo casi con certeza, que fu e en el 1962.- orimer tiempo los bolsos ganban 2 a 0 el yaya rodriguez argentino ,y escalada-
Scarone mete a Rocha de puntero derecho y luego del primero de caito aguerre vinieron casi al final uno de cabrera y otro del grandisimo SPENCER
COMO LO DIMOS VUELTA! LA HINCHADA DE LOS BOLSOS SE FUE 10 MINUTOS ANTES DEL ESTADIO
YO ESTABA EN LA COLOMBES LOS GOLES TODOS EN LA AMSTERDAM
Cuando juega Peñarol, no solo están pendientes los que están presenciando el partido ( que por supuesto, también lo juegan), hay mucha gente en todo el Uruguay y en cada rincón del mundo, vibrando, antes con la radio, luego con la televisión, ahora con los dispositivos conectados a internet.
Cada uno, con su vivencia, con su peripecia para enganchar la señal , o luchando con las diferencias de horario cuando uno esta lejos.
Con la emoción de juntarse, en los clubes de uruguayos que hay sembrados por el mundo, o en los bares de compatriotas, que se transforman en peñas cuando juega Peñarol por algo importante.
Por todos ellos, es que salen los jugadores a la cancha y esta bueno que lo sepan, no es solo futbol, no son solo los tres puntos, es toda la gente de hoy y de siempre, que espera que Peñarol gane, más allá de la lógica o de los merecimientos.
Ese partido.. Mi primer viaje con peñarol y es tal cual decis q practicamente n recuerdo nada del partido si recuerdo el gol de mathias mier y el penal errado x el tanque silva q lo gritamos como un gol a favor.. El mejor viaje con peñarol aunque solo tengo 2, el otro x sudamericana con estudiantes donde apesar d qedar eliminados vivimos algo unico q fue q 2 inchadas cantaran la misma cancion.. Hay q saltar hay q saltar el q n salta es del lobo y nacional.. Inolvidableee.. Saludos.
excelente, muchas cosas de las que relatas, me reviven ese momento inolvidable.
«No, no fue la gloria lo que nos enamoró de este club»
«Fue la vida. Es la vida. Es Peñarol.»
un abrazo
Hermoso!