Peñarol tuvo su Noche Amarilla y Negra en el Campeón del Siglo, donde se hicieron presentes más de 30 mil almas. Como cada vez que el estadio aurinegro presenta una convocatoria masiva, las quejas sobre el acceso y la retirada del recinto, fueron numerosas.

El espectáculo fue una fiesta, y el hincha de Peñarol pudo disfrutar de la presentación del equipo de Diego Forlán a estadio lleno. Lamentablemente, y debido a diversas situaciones, varios de los que quizás estaban conociendo el Campeón del Siglo por primera vez, lo piensen dos veces en una próxima ocasión. Los temas a solucionar son varios. Algunos le corresponden a la Comisión Directiva de Peñarol, pero la gran mayoría corresponden a las autoridades gubernamentales, quienes se han preocupado poco y nada por mejorar las condiciones de los alrededores y la experiencia de los ciudadanos.

Transporte público

En la noche de ayer, fue el problema mayor para quienes concurrimos al Campeón del Siglo. Muchísima gente debió esperar hasta altas horas de la madrugada para poder retornar a sus hogares. El transporte es sumamente escaso para las 40 mil personas que puede alojar el estadio.

Como ya habíamos detallado hace algún tiempo, se dan las siguientes situaciones:

  • La muy poca variedad de opciones de transporte público para llegar al mismo. El 103 es prácticamente la única línea común que llega al Campeón del Siglo y su recorrido y cantidad de unidades están lejos de cubrir las necesidades de la masa de hinchas de Peñarol. Esto genera tener que movilizarse desde distintos puntos de la capital para llegar a alguna parada dentro del recorrido del ómnibus, largas esperas para acceder a los mismos debido a que pasan llenos, y un viaje incómodo porque probablemente realices el viaje de una hora – y a veces más – parado y apretado.
  • La muy poca cantidad de opciones de transporte público para retirarse del Estadio cuando finaliza el partido. Las condiciones del viaje además son iguales a las expresadas en el punto anterior. Es una postal de todos los partidos de local, ver a muchísima gente corriendo por el estacionamiento de la Tribuna Damiani, para asi llegar rápidamente al punto de espera de los ómnibus, ubicado en la Ruta 102, y poder acceder a un asiento en los mismos.
  • Los puntos anteriores llevan a que el grueso de la gente maneje el pensamiento de “al Campeón del Siglo voy en auto, o no voy”. Y esto a su vez lleva a que, los ya de por sí escasos estacionamientos, queden superpoblados de vehículos y la fila de autos ocupe una gran cantidad de kilómetros a lo largo de las rutas 8 y 102, y en un montón de espacios que – casi que a la fuerza – se fueron utilizando con esa función.

Peñarol lo único que puede hacer en este tema es seguir presionando, como lo viene haciendo hace casi 4 años, desde la inauguración del Campeón del Siglo.

Dado el problema generado, me comuniqué con fuentes de la Intendencia de Montevideo, quienes me manifestaron que «en los próximos días se coordinará una reunión con las autoridades del CAP y las empresas de transporte para conocer el cronograma anual de eventos en el Campeón del Siglo y ver cómo el transporte colectivo urbano puede dar una cobertura de servicio».

También señalaron que «hubo reuniones entre autoridades del CAP y de la División Tránsito de la Intendencia. Tenemos entendido que el CAP compró un salón de fiestas que está detrás del estadio para hacer una ciudad deportiva allí y solucionar más el tema de los estacionamientos, pero la salida de los vehículos luego de los partidos es responsabiliad de Policía de Tránsito – Ministerio del Interior».

Acceso a la Tribuna Cataldi

Quizás el único problema que se le puede achacar 100 % a la dirigencia aurinegra. Todas las tribunas cuentan con dos puertas de ingreso, e incluso la Henderson también presenta una puerta central para el acceso de los palquistas. La única que no cumple con esta condición es la Tribuna Cataldi, algo que ya hemos señalado en Padre y Decano.

Las cerca de 9 mil personas que aloja dicha localidad, pueden ingresar únicamente por la puerta E, lindante a la Tribuna Damiani. La que correspondería que sea la segunda vía de acceso a esta tribuna, está siendo utilizada para ingresar a la Henderson.

Esto genera amontonamientos y retrasos en la entrada, sumado al maltrato policial extra por tratarse de una tribuna popular, como ha sucedido siempre. Al consultarlo en su momento con dirigentes, me manifestaron que «así lo dispuso la Seguridad».

Es una situación que ya no da para más. Se debe establecer la puerta F como ingreso a la Cataldi, o agregar una nueva puerta entre medio de la mencionada entrada y la puerta E.

Estacionamientos

Los estacionamientos son escasos, lo que genera que se estacione en los costados de las rutas nacionales. Los vehículos se acumulan, y esto hace pesado y lento el retiro del Estadio. También implica abonar entre $ 100 y $ 200 en cuidacoches.

Peñarol ya está construyendo un nuevo sector de estacionamientos, detrás de las tribunas Cataldi y Henderson.

El estacionamiento C, que es gratuito y está ubicado detrás de la Tribuna Damiani, cruzando Camino Siete Cerros, queda superpoblado e implica demoras de hasta más de una hora para poder retirarse.

Para ese caso particular, hay dos formas de mejorarlo:

  • Unir el estacionamiento con la Ruta 102, por la parte de atrás. Esto ya fue planteado en el CD, y se está viendo la posibilidad de comprar una parte del terreno lindero, para construir el camino.
  • Pavimentar, ensanchar y mejorar ampliamente Camino Siete Cerros, para que la gente también pueda tomar esa vía de salida hacia Camino Maldonado. Por el momento es prácticamente imposible. El camino es de tierra, desnivelado y parece que hubiera sufrido una lluvia de meteoritos. Esto le corresponde a las autoridades gubernamentales. Resta averiguar si debe realizarlo la Intendencia de Montevideo, o el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Falta de iluminación en los caminos linderos

Por los caminos Siete Cerros y Mangangá, hacia Camino Maldonado, la iluminación es prácticamente nula. Quienes estacionan el auto sobre esas calles en los partidos que terminan a la noche, deben alumbrarse con la linterna del celular para poder llegar, además de lo peligroso que resulta para la seguridad del hincha, y también para el tránsito. Estamos hablando de caminos o accesos a menos de un kilómetro del estadio, completamente a oscuras, donde los hinchas transitan a pie entre los vehículos ya que no cuentan con senda peatonal.

Larga espera para el retiro de los hinchas visitantes

Tuve la suerte de viajar 20 veces al exterior a ver a Peñarol. En el 95 % de los casos, nos han hecho esperar dentro de la tribuna hasta que se retire íntegramente el público local. En el Campeón del Siglo sucede al revés.

Anoche hubo que aguardar 30′ para que los 300 hinchas de Belgrano desalojaran la Tribuna Guelfi. Es una espera innecesaria, que impacienta y desmotiva a la gente.

Le corresponde al Ministerio del Interior rever esta medida, ya que es el encargado de los operativos. Lo mismo sucedió en el clásico del Apertura 2019, cuando 30.000 personas tuvieron que esperar cerca de una hora para que desalojen a 2.000, y en tantas otras ocasiones.

Muchas veces los hinchas tenemos la costumbre de responsabilizar a los dirigentes por todos los males que pasan en el Club. En varias de esas ocasiones estamos en lo cierto. Esta no es una de ellas.

Hay un proyecto para construir una ruta nueva que una el Campéon del Siglo con Camino Maldonado, que duerme hace años en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Los caminos Siete Cerros y Mangangá presentan un estado deplorable, y la Intendencia no ha dado muestras de que le interese arreglarlos

Hace ya casi 4 años que para llegar al CDS en transporte público hay que hacer uso de la línea 103, o en su defecto del transporte suburbano, y a la salida rezar para encontrar un lugar libre en alguno de ellos. Es algo común ver a centenas de hinchas corriendo luego del partido, desde la tribuna hacia los ómnibus. Es una imagen muy triste. La Intendencia tampoco ha querido o logrado mejorarlo en todo este tiempo.

Todo lo enumerado en esta nota, conlleva que mucha gente se desmotive y elija ir solo a los partidos importantes, o directamente prefiera verlo por televisión. Esto le genera pérdidas a Peñarol, además de estancar la venta de butacas, que es lo que a fin de cuentas, va a terminar de pagar el estadio, tal como contamos hace unas semanas en la nota «El Campeón del Siglo: su historia, sus problemas y sus soluciones».

Son situaciones que ya no se pueden estirar más. El 2020 es un año electoral a nivel departamental, y puede ser un gran momento para que los hinchas de Peñarol presionemos, y que los candidatos vean que es prioridad para más de la mitad de Montevideo.

Desde Padre y Decano buscaremos entablar charlas con Víctor Rossi (actual ministro de Transporte y Obras Públicas), Luis Alberto Héber (futuro ministro de Transporte y Obras Públicas), Christian Di Candia (actual intendente de Montevideo), Mariela Baute (directora de Tránsito de la Intendencia de Montevideo), Pablo Inthamoussu (director de Movilidad de la Intendencia de Montevideo) y los diversos candidatos de todos los partidos que se presentan a las elecciones departamentales a desarrollarse en mayo, buscando solucionar de manera urgente este tema.

De ser necesario, también recolectaremos firmas para que el hincha y socio de Peñarol sea escuchado, y se tomen cartas en el asunto.

El gobierno debe tener contento a su pueblo, y el pueblo es de Peñarol.