Previo a disputarse la octava fecha del Torneo Clausura, Nacional lideraba la Tabla Anual, aventajando por 8 puntos a Peñarol. Hasta ese momento, el campeonato al parecer era limpio y sin incidencia de los arbitrajes. A partir de allí, y luego de que de los siguientes seis encuentros, los tricolores perdieron 3, empataron 1 y ganaron solo 2; apareció lo de todos los años: la queja injustificada y excesiva de Nacional, acompañada de una complicidad alarmante de los medios de prensa.

Peñarol estaba lejos de los primeros puestos; parecía perder el rumbo en el campeonato y tener que jugársela al todo por el todo en una semifinal frente al tradicional rival, sabiendo que de perderla, Nacional se consagraría campeón uruguayo. De menos a más, de repente, comenzó a encadenar un triunfo atrás del otro, mientras los tricolores trastabillaban y dejaban puntos por el camino.

En una noche llena de polémica – para los dos lados – el aurinegro venció a River Plate en el Campeón del Siglo, por la fecha 11 del Torneo Clausura.  Se observaron varios penales no cobrados a favor de Peñarol, un offside milimétrico de Lores en el gol convertido por Cristian Rodríguez, y un gol anulado a River – jugada de interpretación -, que viene de un córner inexistente y un foul de ataque de Sebastián Píriz sobre Fabián Estoyanoff. Sin embargo, de manera malintencionada, comenzó a instalarse por parte de los albos y de la prensa, que Peñarol había sido claramente favorecido; y todo esto llevó a que la palabra favorita de los de la Avenida 8 de Octubre, se transformara en tendencia: sistema.

Es llamativo – o no tanto -, entender que cuando Peñarol perdía, sus hinchas hacían responsables a la gestión del «Tío» Sánchez, a la conducción del «Memo» López, y al rendimiento de los jugadores; mientras que en la vereda contraria, Nacional, como institución, y ante el primer traspié, apuntó los cañones a la AUF, al Colegio de Arbitros, y a todo el supuesto aparato que hace ganar siempre a Peñarol.

Dirigentes, ex jugadores y cualquier desconocido hincha de Nacional, comenzó a desfilar por todos los medios, haciendo mención del supuesto despojo que habían sufrido los darseneros. No hubo una radio en la que no saliera a hablar Agustín Viana, un ex jugador que pasó sin pena ni gloria por Nacional y por el fútbol.

De las quejas en los medios, pasaron a las charlas con el Colegio de Árbitros, donde les garantizaron a los tricolores VAR en las finales, cuando aún al día de hoy no se sabe si habrá alguna. La reunión pareció dejar satisfechos a los directivos albos, y así lo hicieron saber. Días más tarde, Leodán González perjudicó claramente a Nacional, no cobrando un claro penal de Jesús Trindade a Pablo García en el encuentro clásico. O al menos eso dijeron las crónicas de la prensa al día siguiente, “olvidándose”, en un descuido, que tampoco le habían cobrado dos penales a Peñarol: uno contra Facundo Pellistri, y otro a Agustín Canobbio.

A pesar de no haber pasado la mitad de la cancha en 90’, y de que el arbitraje había sido malo para ambos lados, la dirigencia de Nacional decidió finalmente que la garantía que habían encontrado unos días antes, ya no era válida. Debido a esto, solicitaron la remoción de los integrantes del Colegio de Árbitros.

La fecha siguiente, los tricolores se jugaban una parada difícil en el Estadio Luis Franzini, frente a Defensor. Nuevamente, el rendimiento de Nacional fue bastante pobre. En una jugada entreverada en el segundo tiempo, y con el encuentro 1 a 1, Thiago Vecino y Mauricio Gómez se tiraron mutuamente de la camiseta. La parcialidad, y la dirigencia ubicada atrás del arco, explotaron en un grito desaforado de “penal”, pero el árbitro desestimó. El nerviosismo y la manija de las últimas semanas se la transmitieron a los jugadores, que enseguida sufrieron dos expulsiones y un gol en contra, perdiendo el encuentro.

La cuenta oficial del club se hizo eco y publicó una foto del agarrón mutuo, con la leyenda: “Listo. Hasta acá”. En los días posteriores, la dirigencia le retiró la confianza al Ejecutivo de la AUF, a quienes había votado tan sólo 6 meses atrás. Varios periodistas y medios de prensa importantes, en vez de analizar la incoherencia que planteaban los tricolores y bajar la pelota al piso, decidieron unirse a la postura de Nacional y repetir la idea del supuesto favorecimiento a Peñarol en sus publicaciones y/o transmisiones.

Así fue el caso de Ovación, que publicó lo siguiente luego del encuentro entre albos y violetas:

Incluso, en el programa Pasión, emitido por la señal de VTV, el encargado de analizar las jugadas es Gustavo Siegler. Tal como lo contó El Observador hace unos días, los neutrales de la AUF, durante la Copa América, recibieron informalmente por parte de los dirigentes de Nacional, el interés de que el ex árbitro se pudiera integrar a la Comisión de Árbitros, que Alonso (presidente de la AUF) y su grupo estaban conformando. No es de extrañar que el mencionado juez retirado, vea únicamente las jugadas que perjudican a Nacional.

A la par de toda esta situación, empezaron a circular estadísticas sobre penales y expulsiones a favor y en contra de Peñarol y Nacional, en las últimas tres temporadas. Ya no era una queja referente a los últimos partidos, sino que también comenzó a ponerse en tela de juicio la validez del bicampeonato obtenido por el decano, y la actuación de todo el corriente año.

Los tricolores y los medios que se adhieren a esa postura, que lo único que hace es desvirtuar un campeonato que se ha desarrollado con total normalidad, omiten que en los últimos 3 años, Peñarol ha sufrido muchos más perjuicios que beneficios, y se lo ha bancado callado, sin emitir comunicados, y ganando en el terreno de juego.

Acá te traemos compilados de las últimas tres temporadas:

2017:

2018:

2019:

Videos y relatos: Tenfield

Quedan dos fechas para el final del campeonato, e hipotéticas finales en caso de un traspié aurinegro. Lo que es seguro, es que en caso de lograr el tan ansiado tricampeonato, va a ser de manera justa, y en la cancha.

Porque acá no precisamos rogar suspensiones, ni pedir los puntos de una final perdida porque dirigió 5′ el ayudante técnico.

Somos Peñarol, y por suerte somos muy diferentes.