El ex presidente Juan Pedro Damiani confirmó, en una nota publicada en Ovación Digital, que será nuevamente candidato a la presidencia del Club Atlético Peñarol el próximo 5 de diciembre.

Transcribimos a continuación la nota publicada en dicho portal:

«Está más calmo. Dice que va a tender puentes. Que no piensa contestar a los ataques, que vuelve para que “Peñarol vuelva a ser Peñarol”. Que quiere unir. Está sereno. Habla pausado. Se ríe. Piensa alguna respuesta, pero la contesta. Empezó siendo un simple diálogo, porque así estaba pautado, y terminó siendo una entrevista. Juan Pedro Damiani, tan directo como siempre, y con las pilas recargadas de energía. Ese Damiani dice que meditó mucho la idea de volver y al final ganó un concepto: “Peñarol es mi vida”.

-¿Vas a ser candidato?
-Sí.

-¿Lo pensaste mucho?
-Sí, porque las grandes decisiones de la vida no se pueden tomar a la ligera. Lo medité mucho. Lo hablé mucho con mi familia, con mis amigos, con esa gente de fierro que uno tiene alrededor.

-¿Por qué volvés?
-Porque hace tres años, cuando habíamos sentado bases sólidas, habíamos conquistado el Uruguayo 51 y formado un gran equipo que siguió de largo y ganó el Uruguayo 52, cuando el enorme trabajo que habíamos hecho en divisiones formativas empezaba a rendir frutos y nuestros jóvenes comenzaban a subir al plantel principal, con el estadio Campeón del Siglo hecho realidad, vimos que Peñarol vivía un enorme proceso de división interna, de politización, que le estaba haciendo mucho mal. Muchos me dijeron en aquel momento que el que dividía a Peñarol era yo. Que si yo daba un paso al costado, la división se terminaría. ¿Y sabés algo? Para mí, para mi familia, para mi vida, Peñarol es tan importante que no lo dudé un segundo. Si yo era el problema, yo mismo me retiraba, daba un paso al costado y me iba para mi casa. Y eso hice. Me fui. ¿Y qué pasó con Peñarol? ¿Se unió? No. Al contrario. Está más dividido y politizado que nunca. Y yo no quiero eso. Los peñarolenses, socios o hinchas, no queremos eso. Nadie quiere eso. Los peñarolenses estamos cansados de las peleas. Queremos que Peñarol sea Peñarol. El de toda la vida. 

-¿Quiénes te pidieron que volvieras?
-Uff… mucha gente. Gente que quiero mucho, que respeto mucho. Algún amigo me dijo que no me metiera, que me mantuviera alejado y que siguiera mi vida, que no me hiciera problema. Pero, ¿cómo no me voy a hacer problema, si Peñarol es mi vida? ¿Acaso algún hincha de Peñarol puede no hacerse problema si Peñarol no anda bien? ¿Nuestros fines de semana son iguales si Peñarol gana o si no gana? Estoy seguro que no. Me pasa a mí como le pasa a todos. ¿Y puedo ser tan egoísta que ponerme yo primero, de darle la espalda al club de mi vida? Sinceramente no puedo. No sería yo. Sería un gran egoísta si le dijera que no a Peñarol en este momento.

-Hay candidatos que dicen que Damiani es el gran problema de Peñarol. Incluso ha habido reuniones de algunos dirigentes de la oposición que consideran unirse contra vos.
-Mirá, yo puedo tener diferencias con Ruglio, con Evaristo o con otros candidatos. Y ellos seguramente tienen diferencias conmigo. ¿Acaso cuando vamos al Campeón del Siglo no tenemos diferencias con nuestro compañero de butaca, o de palco, o con el que se sienta atrás nuestro en la tribuna? Pero desde chico me criaron en aquella convicción de ese grandísimo presidente que fue don Washington Cataldi, de que para un peñarolense no hay nada mejor que otro peñarolense. Todos los que dan su tiempo para Peñarol son peñarolenses que seguramente quieren, a su modo, lo mejor para el club. Quieren que Peñarol gane. Que el hincha de Peñarol esté feliz. Y eso es lo mismo que yo quiero. De mi boca no va a salir un solo agravio contra otro peñarolense en esta campaña ni en el futuro. Llego para unir, para terminar con las peleas y las divisiones, para que Peñarol vuelva a ser Peñarol. Para tender puentes. Para trabajar con los mejores, sin importar de qué lista son o de qué agrupación vienen. 

-¿Aunque te ataquen?
-En estos tres años en que estuve lejos del fútbol aprendí muchas cosas. Es mentira que la gente no cambia. Todos cambiamos. Pude ver algunas cosas desde fuera. Pude sentir como socio y como hincha, aunque comprendiendo los problemas que enfrentan los dirigentes. Y creo que, como ser humano también crecí. Y no solo en edad (risas). Los que ataquen, si lo hacen, no van a encontrar en mí alguien que devuelva un agravio con otro. La gente está harta de eso.

Juan Pedro Damiani espera generar un gran cambio en Peñarol.

-¿Qué opinión te merece la gestión del Consejo Directivo saliente?
-Jorge (Barrera) llegó y tendió la mano a todos, para que se trabajara en unidad. Y no pudo. Yo no estaba y no puedo ni deseo hablar de eso. Tienen que hablar los protagonistas. No soy yo el más adecuado para opinar acerca de qué pasó en estos tres años. Estaba fuera del club. Decían hace tres años que si Barrera ganaba y era presidente iba a hacer lo que yo le dijera. No conocen a Jorge. Ni me conocen a mí. Él no lo hubiera permitido ni yo lo habría hecho. Y así fue.

-¿No se cometieron demasiados errores?
-¿Y quién no comete errores? Sólo no se equivoca el que no hace nada.

-¿Vos cometiste errores?
-Sí, como todos. Y creo que en mi último mandato empecé a cambiar algunas cosas. Por ejemplo, la política de formativas. Cuando me postulé por última vez dije que los peñarolenses verían explotar en primera división a los jóvenes valores que veníamos formando. Dijeron que estaba “vendiendo humo”. Y a las pruebas me remito. Nahitan Nández, Jonathan Rodríguez, Diego Rossi, Brian Rodríguez, Darwin Núñez, Facundo Pellistri, Facundo Torres… y podría seguir. ¿Era humo? No. Y tampoco fue magia. Fue el resultado de un trabajo muy grande, y de inversiones millonarias. ¿Y el Estadio Campeón del Siglo? También me decían que era “humo”. Que era una maqueta. Y allí está. Es de todos. Es el resultado de un trabajo duro, de un equipo de gente que se puso un objetivo y luchó para hacerlo realidad. ¿No se podía? Bueno, sí que se pudo. 

-Se critica que traías a diez o más jugadores por período de pases…
-Pero hasta que pudimos subir a nuestros propios jugadores es algo que tuvimos que hacer. Y que seguramente no siempre salió bien. Pero en el último semestre que estuve mostré otro camino. Porque uno aprende de todo en la vida. Trajimos poco, pero muy bueno. Vinieron Viatri, ‘Maxi’ Rodríguez, el ‘Cachila’ Arias, el ‘Cebolla’, Gargano, Dawson, Formiliano. La columna vertebral de un gran equipo. Y ese es el camino. Poco, pero muy bueno. Algunos clase A. Y el resto, jugadores formados en la casa, con el ADN de Peñarol.

-¿Diego Aguirre está en tu proyecto?
-Con Diego hablamos varias veces por semana, en la modalidad de reuniones virtuales, para delinear el Peñarol que viene. Estamos trabajando, con alguna gente de diversos ámbitos, en un proyecto que va a revolucionar el club desde lo deportivo. El Estadio es un hecho. La infraestructura, es un hecho. Las formativas, una realidad. Ahora, con la misma decisión con que encaramos esos cambios, vamos por la cancha. La prioridad va a ser la cancha. Ganar. Y hacerlo a partir de un proyecto de mediano y largo plazo, que permita volver a ganar rápidamente, pero a la vez sentar las bases para sostener ese ciclo ganador en el tiempo. Diego lo tiene en la cabeza. Lo explica de una forma que entusiasma. Y que genera mucha esperanza. A él le vamos a dar la llave para que en los dos primeros años lleve ese proyecto a la práctica y lo dirija integralmente. Hay que dejarlo trabajar. Hay que darle respaldo, estructura y mucha confianza para que pueda llevar adelante el proyecto que ha delineado.

-Hay quienes dicen que ya prometiste que traerías a Diego y que después no lo hiciste.
-No voy a ser yo el que explique por qué Diego no vino en aquella oportunidad. Es algo que hay que preguntarle a Diego. Yo no vengo a abrir heridas del pasado, sino a construir certezas.

-¿Quiénes te acompañan?
-Gente tremendamente valiosa, hombres y mujeres que quieren llegar al fútbol para sumar. No por ambiciones personales. Hay personas, como Walter Pereyra, a quien quiero a mi lado, porque hombres como él, de tanta honestidad y transparencia, no abundan en el fútbol ni en el país. Un lujo para Peñarol, no para la lista que yo encabece. Necesitamos más gente como él. Los demás nombres ya se van a conocer. Hay material humano para conformar un gran equipo de trabajo. Porque esto se maneja en equipo.

-¿Y el socio en la fórmula?
-En pocos días lo vamos a anunciar. Es alguien que viene de la actividad privada, que combina juventud con algunas cualidades que consideramos fundamentales para este proyecto. Alguien me dijo, al conocerlo, que es “el nuevo Walter Pereyra”.

-¿Qué dice la familia? ¿Te apoya en este paso?
-Mi familia me apoya siempre. Ellos hubieran preferido que siguiera alejado. Y es natural. Pero entienden el momento del club, mi amor incondicional por Peñarol y comprenden que para mí no hay bienestar personal si Peñarol no está bien. Por eso me presento. Para tender puentes, para terminar con las divisiones y las confrontaciones, y para poder ejecutar un proyecto que devuelva a los peñarolenses la alegría, la esperanza, los triunfos y las glorias. En eso estamos trabajando.

-¿Y se puede?
-Se pudo hacer el estadio. Se pudo transformar las formativas del club. Se pudo hacer un Centro de Alto Rendimiento. Ahora vamos por lo que falta. Porque tenemos todo lo que ya tenemos, debemos poner el foco en la cancha. Y lo vamos a hacer.«