Isaac Alfie, el actual tesorero de Peñarol, habló con PyD sobre la realidad del club, el período de pases y la reducción de costos para solventar deudas.

¿Cómo evaluás el trabajo de la Comisión de Contrataciones en el último período de pases?

Creo que fue muy bueno en el entendido de que se quiere cambiar el estilo y la forma en la cual se contrata. De hecho, en algún caso hasta se fue a la casa. Más que la Comisión de Contrataciones, es la Comisión de Fútbol. De la Comisión de Contrataciones no voy a hablar porque la integro. Sí voy a hablar de la de Fútbol, que es quien en combinación con la Gerencia Deportiva y parte del cuerpo técnico, eligen los candidatos. Ellos trabajaron e hicieron su investigación. No quiere decir que otros integrantes del Consejo Directivo no hayan hecho cosas. Las hicieron. Después viene la negociación final que esa sí la hace la Comisión de Contrataciones. Más que la parte final de la contratación, entiendo que lo relevante es la selección. Creo que esta vez, a la vista está, que la selección fue bastante buena. Errores van a haber siempre y aciertos también. La idea es errar lo menos posible, pero esta vez considero que se anduvo bien. Basta con mirar quiénes han venido, se respetó lo que el técnico había decidido. Él no quería muchos jugadores, quería pocos y mantener en algunos puestos lo que tenía.

Durante ese período, la gente estaba un poco ansiosa porque no se concretaban las contrataciones, ¿por qué fue que pasó esto?

En realidad las transferencias que Peñarol precisaba eran dos básicamente. Se nos planteó así, se precisaban tres: uno era Trindade -que salió enseguida-, más dos puestos, un back y un punta. Y dos más que se pidieron desde el primer momento: Izquierdo y Acevedo, que no eran en principio para jugar ahora sino para tenerlos a partir de julio y hacer una integración mayor. Acevedo se integró mucho más rápido de lo que se tenía previsto en principio, pero mucho mejor. Peñarol buscó eso. Erazo que estaba a principio de enero no vino y el otro era Yony González, que era delantero de Junior que fue a Fluminense. A él, nuestra oferta le servía pero había comprometido su palabra con Fluminense y terminó yendo ahí por un compromiso de palabra, no por plata. Más allá de que problemas por plata, siempre hay. El pedido del técnico era que no quería muchos jugadores, él pidió tres y en posiciones. Había que buscar y no errar en esas posiciones. Así se hizo. Al principio no tuvimos suerte en dos casos, y bueno, el período de pases de enero tampoco es tan amplio como para que haya tanta diversidad de posibilidades. El período grande es ahora en julio. Estuvimos con Kagelmacher y con él no fue un problema de dinero, de hecho el club fue el problema. Sin importar qué ofreciéramos, ellos decían que no lo iban a largar. La conversación con el contratista fue muy clara y tengo audios privados que lo comprueban. La ansiedad viene porque hay que contratar un equipo nuevo por temporada y en realidad, lo que hay que hacer es lo que se hizo ahora, traer dos o tres jugadores. Y esos jugadores, integrarlos como se está haciendo ahora con un equipo base. Fue lo que se hizo, es un tema de estilos y malos acostumbramientos. Vos mirás los buenos equipos del mundo y no traen muchos jugadores por temporada, traen muy poquitos. Esto es lo que uno entiende que es lo que hay que hacer.

La renovación de los contratos fue difícil. La renovación de Viatri, Gargano que intervino diciendo “si es por una cuestión económica que nos dejen salir a mí y al Cebolla”. ¿Cómo fue este tema de idas y venidas?

Los contratos se renuevan como se tiene que hacer, puede haber uno más trabado que el otro, pero más nada. No hago declaraciones sobre declaraciones.

¿Cuáles son las medidas que se empezaron a aplicar en el club para empezar a reducir costos?

Básicamente, toda la directiva está trabajando en un ajuste de la estructura y de procedimientos. Estos van a redundar en algún momento, -yo creo que algo ya está haciendo-, en una reducción de costos estructurales. Con el punto central de que el plantel principal no se toca y no hay un ahorro allí. Lo que sí, en todas las demás áreas, tratar de ahorrar. En el plantel principal, no hay un ahorro en cuestiones individuales, lo que sí hay es una tendencia a la reducción de cantidad de contratos. Esto fue pedido incluso por el técnico. Él nos transmite que trabaja con determinada cantidad y no quiere más. Para nosotros era bastante claro que debía ser así, porque varios equipos en distintos lados del mundo funcionan de esa manera. Entonces, la idea es ir reduciendo la cantidad de contratos totales que hay en el plantel principal. Con eso no le quitamos músculo al plantel. Tenemos algunos jugadores menos pero no se nota porque siguen habiendo posibilidades.

En enero, en la pretemporada de Miami, vos dijiste: ‘’Desde lo económico es mejor ecuación que hacer la pretemporada en Uruguay”. ¿Por qué es mejor ecuación? ¿La idea es seguir haciendo pretemporada en el exterior?

Desde el punto de vista de los números, nos da un costo muy parecido. Esta primera vez, fue casi igual, casi no hay diferencia. La idea de la Comisión Directiva es ir hacia una internacionalización del club. Haciendo esto, con un club más internacional seguramente a futuro genere más ingresos. Ese es el punto clave. De hecho, es posible que consigamos algunas cosas más por estar afuera. Todavía no se ha visto nada pero capaz que se empieza a ver en unos meses. Capaz que se consigue ir a una pretemporada con todo pago, que sería un ahorro neto, por ejemplo. En eso se está trabajando.

En el 2017, Peñarol fue noticia porque no se le estaban pagando los sueldos a los jugadores. ¿Cómo sigue esa situación? ¿Se le sigue debiendo a los jugadores? ¿Se financió la deuda?

A los jugadores se le sigue debiendo. Lo que se intentó hacer es no aumentar la cantidad de meses que en parte se está logrando en términos generales. Ahora tenemos un pequeño atraso en el mes de marzo que esperamos solucionarlo en el correr del próximo mes. Entre abril y mayo, veremos cómo solucionarlo. Lo que hicimos fue tratar de cortar con los atrasos recurrentes. La deuda sigue estando, no se canceló salvo algunas casos puntuales como jugadores que se van. Se cancela la deuda con algunos ingresos que provienen de su propio pase o préstamo pero en general no se pudo terminar con eso. Lo que sí es que no se generaron mayores atrasos.

Cuando se hablaba de una crisis económica en Peñarol, el presidente en aquel entonces Damiani, hacía una corrección de que la crisis era financiera y no económica. ¿Nos explicás cuál sería la diferenciación?

Una crisis financiera es que vos no podés pagar hoy pero sí podrás en el futuro. Una crisis económica es que no podés pagar ni hoy ni en el futuro. Eso es lo que él quería expresar. Para poder pagar en el futuro había que poder hacer determinadas cosas. La crisis financiera se daba porque los egresos superaban ampliamente a los ingresos de caja. Ese era el tema. Eso era en términos corrientes, del flujo que se va generando, sea por gastos, sea por inversiones o lo que sea. La idea es corregir eso y se está haciendo. En la medida de que eso se corrija, el club se arregla económica y financieramente.

A mediados de enero se supo que se le pagó a Juan Pedro Damiani, un millón y medio de dólares que se le debían. ¿Se liquidó esta deuda con la familia Damiani?

No no. La deuda con la familia es distinta a esa deuda. La deuda con la familia se está pagando con un acuerdo de largo plazo que se hizo, no recuerdo cuándo, si en 2015 o por ahí. Se paga en cuotas y es de largo plazo. Esta es otra deuda aparte que se está cancelando de a poco. Peñarol está tratando de pagar a todos los acreedores. Independientemente de los montos y de las personas. Trata de hacer un pago llamado tipo “pari passu”, que significa no pagarle todo a uno y al otro nada, sino que a todos un “pedacito”, por decirlo de alguna manera. Esos son los acuerdos que se han hecho con los acreedores.

Hace poco se supo que hubo discrepancias técnicas en cuanto al balance de este año. ¿Por qué se dio esta discrepancia?

No voy a comentar sobre el balance ni nada. Cuando salga el balance estará todo a la vista. Nosotros ya entregamos la cifra de los balances. La de noviembre pasado, la entregamos en febrero, o sea, el balance 2018 ya fue entregado y sigue su curso en comisión fiscal. Luego, el balance que entregamos nosotros tiene que ser revisado y firmado por el Contador del club, Álvaro Queijo.

¿Por qué año a año surgen discrepancias con respecto al balance?

Pueden haber diferencias de criterio. A veces, uno toma un determinado criterio contable y otra persona otro. No es el número en sí, es el criterio contable que a veces cambia determinadas cosas. La sustancia de la historia no la cambia; es decir, en los números finales no hay cambios.

En cuanto a ingresos del club, ¿qué se está haciendo para mejorar? ¿Los socios, venta de jugadores, derechos de televisión?

Los derechos de televisión, no es algo que se pueda mejorar porque es algo que ya está dado. En cuanto a venta de jugadores, el año 2017 fue un año récord en transferencias. Difícilmente repetible, por lo cual genera, que te quedes con poca venta a futuro. El año 2018 fue un año de poca venta general y el 2019 viene bajísimo. Peñarol, como todos los equipos del Uruguay, tiene la necesidad de vender jugadores para cubrir su déficit presupuestal. Los ingresos no alcanzan para cubrir el presupuesto que tiene. Si el presupuesto depende únicamente de la venta de jugadores, a los problemas que ya tenemos en la competencia internacional, tendríamos muchos más. Eso no es un escenario realista. Lo único que podemos hacer, es tratar de mejorar ciertos ingresos locales con algún sponsor más o algún cambio, que eso se ha trabajado. Después, también tenemos que aumentar el padrón social. No hay otra manera. Si al cuadro le va bien, mejoran los ingresos por venta de entradas. Si es en el Campeonato Uruguayo, lo único que hace es disminuir las pérdidas, no es que tenés ganancias.  

En lo relacionado a Puma, ¿cuáles son los beneficios o ingresos? ¿Nos sirve tener esta marca? ¿Hasta cuándo sería el contrato? ¿Se pensó en cambiar?

Hay un contrato vigente por cinco años. Puma pagó los cinco años por anticipado, por lo cual, no me parece ni siquiera razonable la posibilidad de cambio. El contrato todavía tiene como dos años más de vigencia, por eso no tenemos apuros, ni siquiera se está pensando en eso. En algún momento, habrá una licitación pero hay dos años más que tenemos que respetar. Igualmente reitero, se pagó un contrato por adelantado y al contado al momento de firmar. Ni siquiera tenemos ingresos ahora, eso fue hace un tiempo largo. El año que viene habrá que pensar la manera de hacer un nuevo llamado a licitación por la indumentaria.

Se están haciendo distintas acciones de marketing, como por ejemplo el Día del Hincha. ¿Influye positivamente? ¿Ingresa dinero por el Día del Hincha?

Muy poco, es un tema más institucional que de ingresos. No tengo idea cuánto dio este año, pero el anterior fue muy poquito. No es un tema para generar ingresos como tal, no hace al presupuesto de Peñarol. Es un tema más institucional de una acción que el Club quiere llevar adelante y a mí me parece correcto que sea así. No todo es para sacar ingresos de más, vale la pena por otros factores.

¿Cuáles son los criterios para establecer los precios en las ventas de entradas?

Nuestra política es beneficiar al socio. Los abonos para la Libertadores era para beneficiar a los socios. La diferenciación de precios es justamente para decir que los socios tienen prioridad, como en todos lados del mundo. Nosotros no tenemos otro beneficio que no sea el espectáculo de fútbol, somos un club que no tiene otras actividades más que esa. No somos un club social como otros que brindan gimnasia, tenis, básquetbol, etcétera. Por lo tanto, la política de precios siempre va estar relacionada con el socio. Ellos tienen la prioridad para poder sacar la entrada antes pero también en un precio bien diferencial. De hecho, sacando los ingresos gratis al torneo local, si vos mirás, en los torneos internacionales la diferencia es del 60 % o 70 % del precio normal. Es una diferencia bien relevante. Y en los abonos era muy relevante. Casi que pagabas los tres partidos al precio de uno. Ahí tenemos lo que buscamos, beneficiar al socio y que además, el estadio esté lo más repleto posible.

Ahora Peñarol está bien posicionado en Copa Libertadores, ¿eso beneficia económicamente al Club?

Sí, en realidad el Club este año tiene que cumplir con una cantidad de obligaciones muy por encima de sus ingresos. Lo único que hace esto es achicar esa diferencia, que por supuesto, es bienvenido.

Con respecto al básquetbol, ¿eso generaría ganancias a futuro?

No no, ni a futuro ni en el presente. Primero, eso es una comisión especial que tiene que ser autosustentable, de hecho no requiere recursos de Peñarol. Las demás actividades no relacionadas al fútbol, sí toman recursos de Peñarol, pero son acotados y son parte del presupuesto. Son lo que son, pero no se pasan de eso, pero deben buscar sus propios recursos para poder sustentarse. Es decir, no se sustentan esencialmente de Peñarol.

Cuando el Estadio Campeón del Siglo era un proyecto, vos afirmabas que no debía ser un peligro para la economía del club. ¿Hoy en día es así? ¿Genera ganancias?

No, genera pérdidas. Yo afirmaba otra cosa, decía que eso nos iba a tomar una cantidad de dinero importante del flujo anual del club que es lo que está pasando. Peñarol está pagando de su flujo anual una cantidad importante de dinero por año -que está en el balance anual- para sustentar el pago del Estadio.

¿Qué se está intentando hacer para que deje de generar pérdidas?

Uno podría verlo como pérdida o como capitalización, lo podés ver de las dos maneras. Se está estudiando un nuevo plan de negocios, para ver hasta dónde es posible reducir el aporte adicional desde el Club Atlético Peñarol a la sociedad cultura Peñarol Sociedad Anónima. Eso integra un nuevo plan de negocios en el que hay personas trabajando en ello con el objetivo de achicar esa cantidad. Como todo en la vida hay que aprender primero, y bueno, al principio se van viendo cosas a medida que el tiempo pasa. Antes, uno puede imaginar determinadas cosas pero después la realidad, te dice si estaba bien o mal imaginado. O inimaginado.

Escrita por Marcos Arlotto – UdelaR