6 febrero, 2015
Fuga de 1971: Noche de vergüenza
El martes 9 de febrero de 1971 la Revista Deportes publica una crónica del periodista Juan Angel Miraglia contando lo sucedido en la Fuga de la noche del 6 de febrero de 1971 por la Copa Montevideo:
NUNCA hemos estado para los lugares comunes dentro del periodismo. Nunca hemos aceptado tomar por el camino del medio para escurrirle el bulto a nuestra responsabilidad de críticos. No va a ser este el momento en que, con más de 25 años de periodismo sin claudicaciones, vayamos a tomar la barra y balancearnos en la cuerda floja tratando de quedar bien con Dios y con el diablo. Sabemos sí que eso es muy común, pero para nosotros, para nuestro temperamento y para nuestras convicciones de que el deporte debe llegarse con el espíritu elevado y limpio, no hay otra alternativa en este momento caótico y aciago del fútbol, que llamarle a las cosas por su verdadero nombre.
De lo acontecido la noche del sábado en el Centenario, hay un solo culpable: la intemperancia, la deslealtad y la indisciplina con que es capaz de manejarse el plantel actual de Nacional. Quienes sean los lectores consecuentes y atentos de “DEPORTES”, saben perfectamente que a lo largo de meses hemos venido señalándole deficiencias grandes en el plano técnico, no obstante su condición de campeón Uruguayo pero más que nada, le hemos remarcado la forma desaforada e incorrecta con que se desempeñan muy a menudo varios de sus integrantes, apenas el equipo acusa alguna contrariedad en el juego o en el tanteador.
Hace apenas una semana, luego de su accidentado encuentro con el Cruzeiro por esta misma cien veces maldita Copa Montevideo, fuimos terminantes en cuanto a la inconducta del conjunto tricolor. Más aún, hicimos allí la predicción de que lo realizado entonces por Nacional; sus carencia, sus defectos, sus limitaciones técnicas y tácticas y su violencia; debía considerarse un toque de atención, como medio de evitarse males mayores. No sospechábamos que con tanta rapidez los hechos habrían de precipitarse y aparecer en toda su tremenda y lamentable dimensión la inconducta y la irresponsabilidad de la mayoría de quienes visten una casaquilla que ha alcanzado momentos estelares, dentro de un fútbol cargado de glorias como el uruguayo.
Al parecer hay algunos dirigentes de Nacional (desearíamos creer que es una minoría) y un grupo de exaltados hinchas que no representan a la totalidad ni mucho menos, que han pretendido ver en el juez Peña Rocha, al culpable de su derrota nunca tan lamentable como esta vez. Lo cual configura una de estas dos cosas: o un fanatismo insensato e inaceptable o una miopía que no es solo visual. Porque antes de seguir adelante en estas apreciaciones tenemos que dejar expresa constancia de nuestra solidaridad con el arbitraje del juez, adoptando decisiones que quizás no tengan precedentes pero a las que llegó por natural gravitación de los hechos precipitados por la brutalidad y la violencia de los jugadores de Nacional.
En todo caso tendríamos que reprocharle tan solo su tolerancia inicial para con varias intervenciones violentas de Ancheta, Brunel y Mujica, siendo visible su intención de tratar de encauzar el partido por lindes de normalidad. Eso quedó de manifiesto cuando ya resuelto a adoptar una decisión drástica, esperó la coyuntura de expulsar a Ancheta y Lamas, pensando acaso que eso llamaría a los jugadores a recapacitar. Lo cual fue un sueño vano según se comprobó muy poco después. Digamos tan solo para terminar con las referencias al trabajo arbitral, que el único error grande fue el cometido por el línea Anzalas que, en la incidencia previa al segundo gol aurinegro, no sancionó un offside clarísimo de Villalba sobre la izquierda. Pero a esa altura, los dados ya estaban echados porque Nacional disponía de solo 7 jugadores en el campo.
Fue una noche de bochorno para el fútbol uruguayo. Fue una nueva muestra de irrespetuosidad para el público, al que se le sigue estafando con la realización de espectáculos que por una causa o por otra, no llegan a su fin y cuyo contenido futbolístico es nulo. Fue una nueva demostración de que los jugadores, verdaderos mimados del dinero y la publicidad gratuita, no sienten el más mínimo respeto por determinados principios que, algunas veces, los comunicados de la Mutual dicen sustentar. Fue una nueva demostración de que el fútbol no puede seguir en manos de dirigentes pasionales y llenos de un fanatismo peligroso. Fue una nueva demostración de que la Asociación Uruguaya de Fútbol tiene que ser objeto especial de atención para el ministerio del ramo, con la finalidad de introducir variantes sustanciales en materia de autoridad y de buena conducción de un deporte de tanto arraigo y de tanta resonancia, cuyos ecos llegan muy lejos por la misma popularidad a dimensión mundial, del fútbol.
La del sábado 6 de febrero en el Centenario, fue una noche de vergüenza para nuestro deporte. Pero más que nada para él, para una cultura indispensablemente mínima que tenemos la obligación de exigir a quienes alcanzan situaciones de enorme privilegio de múltiples aspectos. Estamos persuadidos que la gran masa partidaria de Nacional, reprueba tanta inconducta e indisciplina. Esa misma masa partidaria que no acepta eso ni que sus favoritos por dejar el fútbol de lado y apelar a la violencia, resulten al fin y a la postre, los rivales más fáciles que de un tiempo a esta parte tiene su tradicional adversario…
Recuerdo ese partido como si fuera hoy, tenía 11 años de edad y fui con mi hermano que tenía 18 a la Amsterdam. Que tiempos aquellos que un joven de 18 años podía llevar a niño de 11 a la Amsterdam!!! Hoy día eso es impensable!!! Recuerdo a Cubilla sacándose la camiseta y tirándosela en la cara al juez, hechoe que se repetiría muchos años después con el «Chengue» Morales tirándo la camiseta a la tribuna. Una vergüenza!!! Ellos la tiran, nosotros la amamos!!!
Pero la frutilla de la torta fue que el «Pulpa» Etchamendi, técnico de ellos, vino a agredir a nuestro querídiisimo Roque Gastón Máspoli, recibiendo por supuesto una respuesta del campeonísimo, lo dejo en ridículo al técnico de ellos.
A consecuencia de la lesión de Petkovich, fue que Raúl Osvaldo Castronovo se quedó, porque el que quedaba era el Yugoslavo.
En el mundial del 2010, este yugoslavo vino a dirigir la selección de su país.
Cabe recordar que después ellos ganaron la Libertadores y la Intercontinental (le ganaron al segundo de la UEFA), el Panathinaikos de Grecia, no enfrentaron al Ajax de Holanda como campeón.
Nunca enfrentan a equipos buenos, siempre mediocres y hablan no se de que?
Un saludo carboneros.
TODO MACANUDO PERO LA VIDA EN EL FUTBOL DA REVANCHA .
A POCO MENOS DE UN MES ETCHAMENDI GANO CON GOL EN LA HORA DE MUJICA (NO EL PEPE sino JUAN MARTIN)
TODOS EN PAZ
FELICIDADES BESOS
Con todo respeto a la juventud la imagen de ese gran periodista, muy ácido por cierto y de gran prosa no era de mucho agrado para nuestros hinchas . En el 66 cuando perdimos por goleada el clásico sostenía que estábamos acabados y terminamos ganando todo . el año de la nota el rival termino ganando TODO por primera vez y nadie reconocerían ese partido como una vergüenza. lo veteranos no tenemos grandes recuerdos de ese GRAN PERIODISTA . Lean los comentarios de la época de los clásicos oficiales o de la final del 60 con el REAL.
Aunque el hecho narrado es lamentable, es un placer leer el artículo de Miraglia, ! que diferencia con la gente que hoy se llama periodista!. Bien escrito, ubicado, llamando las cosas por su nombre, marcando claramente su opinión y manteniendo los principios por encima de todo.
Hoy además de la pobre formación que exhiben, son pasadores de mensajes, bajadores de línea. No tienen opinión, sino que son mensajeros de quien les paga para que digan lo que se les manda decir, para hacer una campaña contra tal o cual jugador, Club o dirigente, o para levantar la imágen de otro jugador, Club o dirigente.
No se puede hablar mal de fulano, porque tal sponsor es hincha fanático o pariente y se nos puede terminar el curro; así se maneja la mayoría.
Del otro club que puedo decir….. los que nacimos en la década del 60 (1961 para ser más preciso) vimos o nos contaron como ¨Peñarol era Campeón de América y del Mundo, salía de gira por el mundo y jugaba contra selecciones, jugaba y le ganaba al Santos de Pelé y al Benfica de Eusebio, al más grande campeón de Europa en su casa, el consagrado Real Madrid. Es como si ahora le ganáramos al Barcelona con Messi o al Real con Cristiano Ronaldo. El otro cuadro en cambio, mientras su Padre y Decano acumulaba glorias y copas tri campeón de América y Bi Campeón del Mundo, llegaba a la final de la lIbertadores y la perdía; una vez, dos veces, tres veces.
Imaginen la impotencia, de perder tres libertadores al hilo, mientras Peñarol se aburría de ganarla. Por eso, no se puede comparar una institución con la otra. Tanto es así, que el campeón de Europa del 71, el podero Ayax de Johan Cryff, enterado con quien tenía que jugar la intercontinental, declino jugarla, y tomó su lugar un desconocido equipo griego. Por eso en vez de hijos, prefiero llamarlos los bastardos sin gloria.
excelente articulo como siempre. no se si quien escribio este articulo u otro de la pagina que sabe mucho de la historia de Peñarol puede entrar a la pagina web http://www.pasionlibertadores.com ya que varios especimenes gallinaceos estan escribiendo puras mentiras que tratan de vender a america son unos vendehumo.gracias
Es simpático pero, la historia de nacional agranda a la nuestra, es decir, PEÑAROL es gigante sin necesitar de nadie, pero nacional lejos de hacer fuerza para emparejar las cosas y sembrar la duda de quien es más grande, hace fuerza por dejarnos más claramente por encima, con episodios como el del 49 y este, lo único que hacen es dejar más claras las diferencias entre ambos grandes.
PEÑAROL es GIGANTE, nacióMAL es el intento de grande que quedó en eso, un club que surgió en respuesta a nosotros y no es más que intento de cuadro grande que ganó basante, es cierto, pero que en todo está un escalón por debajo y que está a años luz de ser un GRANDE o mejor dicho GIGANTE de verdad como lo es el Club Atlético PEÑAROL.
Gracias por existir club nacióMAL de fútbol, tu existencia engrandece la mia.
es la pura verguenza de un cuadro que se cree grande.-