REYES, PRÍNCIPES Y ESCUDEROS 

del fútbol nuestro desde los años ’40 (Tomo II)

Franklin Morales


Lo sucedido es conocido.

Nacional perdía por 2 a 0 por goles de Alcides Ghiggia a los 38’ y Ernesto Vidal a los 40’; fueron expulsados Eusebio Tejera por protestas y Walter Gómez por agresión al árbitro Horacio Bochetti y el equipo no regresó para continuar el partido… 

(…) “A poco de terminado el primer tiempo, se anunció a los periodistas que los jugadores de Nacional no entrarían a disputar la parte final del match, disconformes con la actuación del árbitro señor Bochetti. Desde luego, al principio no se aceptó la versión por cuanto era difícil entender una determinación semejante, defraudando la adhesión de los aficionados que estoicamente habían soportado largas horas bajo la lluvia. (…) Tras incertidumbres, mil rumores y versiones de todo tipo, finalmente apareció en el field el equipo aurinegro y más tarde los jueces del lance, quienes hicieron alinear al representativo decano en su campo y luego de la pitada de rigor, se le declaró vencedor por ausencia del rival” – “El Diario” – 9/10/1949

Hohberg tomó la pelota del punto central y lideró la marcha seguido por Míguez, Ghiggia y Schiaffino quienes se hallaban más próximos, iniciando una vuelta olímpica única. En estruendosa apoteosis los “carboneros” celebraban obtener el “Campeonato de Honor” suma del “Competencia” y primera rueda del Uruguayo… y la extraordinaria ausencia del adversario.

“Fue deplorable la actitud de los dirigentes de Nacional al ordenar a su escuadra no retornar a la cancha”, titulaba “El País”.

“Se escaparon de la revancha del 6 a 0” decía en “Los Aromos” Washington Ortuño donde el plantel festejaba la abrumadora victoria, “con nueve, diez, doce o trece de ellos era lo mismo”.

Obdulio mantuvo su singular silencio pero sorpresivamente se excusó. “Nos pidió que lo disculpáramos por su decisión inquebrantable de no hablar jamás sobre algún aspecto de este match o de cualquier otro”. – “El País” – 10/10/1949

El partido y lo sucedido explotaron apasionadamente en la prensa, la Policía, la Justicia, la Intendencia y la ex Junta Dirigente, luego reemplazada por miembros “ejecutivos” tan poco resolutivos como antaño, una de las tantas herencias españolas.

Walter Gómez concurrió a la comisaría acusado de agresión, el juez dispuso su libertad y se registrara el antecedente; a las dos semanas fue suspendido por un año con las consecuencias conocidas.

El Municipio descubrió que la situación creada por el retiro de Nacional, no estaba prevista en su “Ordenanza de Espectáculos Públicos” aprobada en 1924, que legisló sobre la no presentación de un equipo, pero a nadie se le había ocurrido que un “team” abandonara la cancha. Por tanto no había sanción, impunidad que en el mismo torneo llevara a otros dos retiros anticipados también ante Peñarol.