25 octubre, 2020
El recordado 4 a 3 a Cerro
El camino al campeonato uruguayo de 1997 estuvo lleno de obstáculos. Y no era para menos, ya que el Decano iba en busca de su quinto título consecutivo, algo que no lograba un equipo uruguayo desde 1962. Justamente, con el primer Quinquenio de Peñarol. El 25 de octubre de 1997, se jugó un partido definitorio contra Cerro. Veintitrés años después, lo recordamos.
El decisivo clásico del 4-3 fue una prueba de fuego, una nueva demostración de rebeldía y amor propio. Aquel día, el plantel aurinegro dejó en claro las enormes diferencias que existen entre vestir la camiseta del club del pueblo y usar la de otros equipos, sin mística y sin personalidad. Pero no fue, de ninguna manera, el último escollo que debió superar el manya.
El 25 de octubre de 1997, el Decano debía enfrentar al Club Atléico Cerro, por la décima fecha del Torneo Clausura. La carrera al título obligaba a Peñarol a tener que ganar todos sus partidos para mantenerse con vida y pelear por el ansiado Quinquenio. Cada partido era una final, literalmente hablando.
Aquella lluviosa tarde de sábado, el mirasol abrió el marcador a los 13 minutos por intermedio de Luis Romero y estiró la ventaja a los 16 con gol de Antonio Pacheco. El partido parecía bien encaminado, pero dos goles de Cerro en la recta final del primer tiempo (35′ y 39′), igualaban las acciones y golpeaban duro en el vestuario carbonero.
El segundo tiempo fue encarado con alma y vida por parte de Peñarol, que logró ponerse en ventaja una vez más gracias a Romero a los 59 minutos. Pero a los 65′ un gol de Alvaro González puso el 3 a 3. Partidazo.
Peñarol necesitaba ganar para mantener viva la ilusión, aunque no dependía de sí mismo. De hecho, para poner en contexto estos minutos finales, vale la pena repasar la situación del torneo y aquel fin de semana tan particular. El aurinegro debía triunfar el sábado y esperar que un traspié de Defensor lo mantuviera con vida. Obligatoriamente los violetas debían ceder puntos en alguno de sus encuentros, para que Peñarol pudiera meterse en la definición del torneo. Y, aquel domingo, los del Parque Rodo jugaban contra… Nacional.
Como era de esperarse, la semana previa tuvo un ambiente sumamente caldeado. Por un lado, la hinchada tricolor que amenazaba a sus jugadores para que «vayan para atrás» contra Defensor y se cortaran así las aspiraciones carboneras; por otro, los dirigentes albos y una bajada de línea para salir a jugar «con suplentes» y por el otro, los futbolistas que intentaban salvar su orgullo personal a pesar de la cobardía de su club.
Pero volvamos a la tarde del 25 de octubre. Peñarol está empatando 3 a 3 y ve como se desploman sus chances de alcanzar el Segundo Quinquenio. Ya estamos en los descuentos y el estado de la cancha apenas permite darle un pase de forma poco ortodoxa al compañero. La lluvia es torrencial y el relator emite unas palabras tan dolorosas como ciertas, hasta ese entonces: «Así termina una historia llamada Quinquenio». Ya está, no hay tiempo para nada más. Se derrumbó el sueño. Encima la última jugada del partido es un ataque con solo 4 jugadores de Peñarol. ¡Mirá como perdemos el campeonato!
Cancela no llega a pasar la mitad de la cancha y se la da al Tony. La pelota quema. Recibe, levanta la cabeza y lanza para De Lima. Solo dos jugadores en ataque. «Flojísimo lo de Peñarol», decían los que siempre se paran en la vereda de la tristeza, la opuesta a nosotros. «Y si, estaba visto, viejo. Hace cinco años que los manyas vienen jugando al pelotazo, tenían razón los periodistas. Son un desastre».
Y ahí, justo ahí, lo inexplicable. El «pelotazo» no se pierde afuera, pica y queda justa para el latigazo de zurda de Juan Carlos de Lima. Desde afuera del área, casi sin mirar al arco (o sin mirar, mejor dicho). Sube, baja, el golero solo atina a verla pasar. Esa pelota tiene destino de gol. De gol no, de golazo. Y el verdadero destino no es la red, sino el corazón del hincha. «La pelota para De Lima… ¡Golazo!». Si prestamos atención, en apenas unos días vamos a escuchar un relato similar. Increíble. El Peñarol de los milagros, más vivo que nunca.
Salimos del estadio y la lluvia parece no tener fin. «Bueno, nosotros cumplimos. Hay que esperar a ver que pasa mañana», se comenta entre los hinchas del club del pueblo. Igualmente nadie quiere hacerse ilusiones. En la radio, seguimos escuchando que la mística de Peñarol no es eterna y que en algún momento se nos va a terminar la suerte. Que otro partido así va a ser muy difícil de ganar y que si nos seguimos jugando a la pelota salvadora, el Quinquenio no va a llegar.
El final todos lo conocemos. Nacional le ganó a Defensor con gol de Juan Ramón Carrasco, al que insultan hasta el día de hoy, porque los hizo jugar un encuentro definitorio con Peñarol. En la semifinal, nuevamente venció el Decano, tras ir dos goles en desventaja. Dos veces en 15 días, pero por las que duelen. Y en la final contra los Violetas, un trámite para conquistar la gloria.
A lo Peñarol, toda la vida.
Pah, pensé que estaba loco no recordaba lluvia ni cerca.
Estuve en el estadio (¡cómo lo extraño, maldito CDS!) y creo que grité más ése gol que los que se le hicieron a Nacional (4 a 3 y 3 a 2), porque si no llegaba ese gol de De Lima, chau quinquenio.
que bueno que no soy el unico que extraña el estadio centenario ( cuna de las glorias aurinegras) . grave error el CDS….que alejo a gran parte de la hinchada de peñarol en sus partidos.
yo estuve ahi y no llovio ni estuvo nublado yo tenia 15 años me acierdo como si fuera hoy habiamos ganado el clasico y vino cerro no llenamos la cancha como se ve la foto de la olimpica dice todo pero los q estábamos ahi dejamos las gargantas y saca el golero y el gordo cecar dice chau quinquenio lo miro asombrado y cuando miro de nuevo hacia la cancha le pega juan carlos de lima bombazo pasada la mitad de la camcha golazo y a llorar al cuartito villeros ajjaj increible ese gol me quedo grabado y me acuerdo como si fuera hoy yo iba al medio en el primer anillo contra el segundo sienpre iba a ese lugar dedpues de grande uno va cambiando pero q epoca
Solo una corrección porque estuve en la cancha, fue una tarde gris, pero no llovió en ningún momento.
Todo ese periodo es y será inolvidable. Por que no fue solo tal o cual partido. . .En ese último año del quinquenio quedaban creo que ocho partidos. . . y no solo había que ganar los ocho sino que los rivales tenían que perder puntos. . . Fueron como dos meses «no aptos para cardíacos» como suele decirse.
Yo pude vivir las dos últimas Libertadores y la última Intercontinental. . . pero puedo dar fe que esta del quinquenio fue una gesta igualmente emocionante y gloriosa. En los 80 los rivales sabían que estando Morena en cancha no había partido que pudiera considerarse cerrado ni en los últimos segundos. Y en los 90 pasaba lo mismo pero con Pablo. Obviamente, ninguno de los dos jugaba solo. . . que no se malinterprete como una falta de respeto hacia los demás. . . pero los líderes desnivelante no aparecen todos los días. . . . y estos son dos que yo pude disfrutar (como nuestros mayores pudieron decir lo mismo de Hohberg, de Rocha, Spencer y Joya. . . ).
Hermosos recuerdos!
11 partidos de corrido ganamos
Ese mes los manyas pusimos el bobo a prueba. Para mí, el clásico 4 a 3 fue lo máximo. Después de ese, todos nos convencimos que pasara lo que pasara, íbamos a ganar. Qué diferencia con lo actual! Ahora van ganando 3 a 0 y siempre, jugadores e hinchada, pensamos que podemos perder. Hay que recuperar esa estirpe! Hay que trabajarla con los guachos!
Que linda época muchos partidos ganado de atrás y los 2 clásicos que recuerdos lindos lpm eso fue es y seguirá siendo toda la vida Peñarol abría que mostrarles esos partidos a este plantel para que vean la mística y la magia que tiene la amarilla y negra
Que linda esta estapa por dios!! Se dio una seguidilla de partidos insolitos que la verdad no hacian mas que agrandarnos el pecho!!! Y pese a la triste realidad de hoy en dia cada dia te quiero mas Gloriosos Peñarol!
A despertarse!!!
Háganme recordar por favor. Quien era el dt de Peñarol en ese momento? Y el presidente? … todo dicho.
Hermoso haberlo visto desde la amsterdam ese gol…casi entregado pero no, peñarol en esa epoca t daba un plus, algo que sentias q podia pasar, algo q no pasa mucho desde ese entonces….lo mas parecido a eso lo senti con el gol del traidor de lores en e campeon del siglo para igualar un clausura y en la copa del 2011…. VOLVE PEÑAROL…EL PUEBLO TE NECESITA
Inolvidable,vi los últimos 5 minutos parado en la Olímpica porque se nos iba el quinquenio , un gol para no olvidarse jamás !!!
Al que haya ido a ese partido le pregunto, si podría explicar como fue l semana, que hizo , que paso luego del partido en el laburo, nose, todo. Unas ganas de haber sido “grande” en esa época !! Pero no, era un guri de 5 años
Estaba ahí en el estadio, como grite ese gol…. golazo.
Los de la villa casi nos amargan la tarde, pero no… habían jugadores que dejaban la vida en la cancha.
Peñarol que no ni no!!!
Habían HOMBRES, guerreros, caudillos, batalladores. Con esos se juega al fútbol.
Hoy quieren bailarines de ballet, de puntitas de pie y que sepan «bailar» con la pelota. ¡Por favor!