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Nahitan Nández redondeó una tarde-soñada en el Estadio Centenario y cada vez se consolida más en el mediocampo aurinegro. Ayer anotó su primer gol oficial (ante Cerro finalmente fue computado como en contra) y fue un relojito para el equipo.

El capitán de la selección uruguaya Sub 20 y recientemente citado a la mayor, viene en franco ascenso y parece no tener techo. Hace muy bien el balance del equipo, recupera una enormidad de pelotas, cubre los espacios de sus compañeros y además tiene llegada al arco rival. En este campeonato tuvo dos grandes errores, perdiendo dos pelotas importantes que costaron goles ante El Tanque y Defensor, pero eso jamás lo tiró abajo. Por si fuera poco, siempre que fue solicitado por el entrenador para dar una mano en otro puesto, salvó con buena nota.