Peñarol empató 0 a 0 frente a River Plate, por la undécima fecha del Torneo Apertura, en el Parque Federico Omar Saroldi. El aurinegro jugó muy mal, y no pudo penetrar la defensa de los dirigidos por Jorge Fossati. Incluso lo pudo perder sobre el final, y con 16 unidades de 33 posibles, se despide prácticamente de la lucha por el título.

Con la baja obligada de Gary Kagelmacher, Mario Saralegui paró la oncena titular que se manejaba en la previa: Kevin Dawson; Giovanni González, Fabricio Formiliano, Rodrigo Abascal, Joaquín Piquerez; Jesús Trindade, Cristian Rodríguez, Facundo Pellistri, Facundo Torres; David Terans y Xisco Jiménez.

Un puñado de hinchas se acercaron a la reja que se ubica detrás de la tribuna visitante para alentar al equipo, con la ilusión de sumar 3 puntos y meterse definitivamente en el pelotón de arriba. El empate de Rentistas frente a Progreso, y el complicado fixture de Wanderers y Nacional -los otros líderes-, invitaban a pensar en positivo. Peñarol, sin embargo, volvió a decepcionar, y a demostrar muy pocas ganas de quedarse con el torneo.

En el primer tiempo, sin descollar, se lo vio mejor al aurinegro. Facundo Torres se mostraba imparable por izquierda, generando faltas constantemente. De esta forma, Viera y Salaberry recibieron una merecida tarjeta amarilla cada uno. Jesús Trindade habilitó de muy buena manera al Cuervo en dos ocasiones, en las que resultaron ser dos de las jugadas más peligrosas.

Sin embargo, la más clara vino tras un corner desde la derecha del ataque mirasol, efectuado por David Terans. El envío sobró al arquero Olveira, y Fabricio Formiliano se sorprendió con el regalo, no pudiendo empujar el balón a la red. El rival, poco y nada. Un remate aislado de Arezo y un cabezazo a las manos de Dawson, fueron los mejores avances darseneros.

Con respecto a los rendimientos, Torres fue el más destacado, por no decir el único. Nulo aporte de los laterales, mal partido de Terans -demostrando una vez más, que si él no juega, no juega Peñarol-, un doble 5 llegando poco al ataque, y Xisco Jiménez, que pareciera querer pelear el título de peor delantero del campeonato. Así se fue el primer tiempo, chato, aburrido y difícil de soportar. Increíblemente, terminaría siendo mucho más interesante que la segunda mitad.

Con el cambio de Enzo Martínez por Rodrigo Abascal, condicionado por la tarjeta amarilla recibida, retornó Peñarol a la cancha. No volvió a patear al arco. Es difícil escribir muchas más líneas que éstas, porque realmente no sucedió nada destacable. Se apagó Torres, y ya no quedó ningún jugador que al menos se ganara el aplauso. El equipo se mostró apático, con pocas variantes e ideas en el ataque, y muchísimas dudas las pocas veces que River Plate se proyectaba en ofensiva.

En el correr de la segunda etapa, ingresaron Gargano por Trindade, sentido, Luis Acevedo por Xisco, y Fabián Estoyanoff por Facundo Pellistri, luego de que Saralegui reaccionara instantáneamente al cántico de «Olé, olé, olé, olé, Lolo, Lolo», por parte de los pocos hinchas que se encontraban observando el encuentro desde afuera del recinto. La sustituciones fueron malas y tardías. También hay que decir que el banco de suplentes de Peñarol, no invita a moverlo mucho. Sobre el final, Kevin Dawson tapó un mano a mano de gol, convirtiéndose en la figura del equipo con únicamente esa participación.

Un 0 a 0 enorme fue lo que vimos en el Parque Saroldi. Rendimientos de malos para abajo, en casi la totalidad de los jugadores. La actitud y el ‘esto es Peñarol’ por la llegada del nuevo director técnico, duraron solamente 90 minutos. El equipo no mostró nada, y el campeonato se nos fue definitivamente. La preocupación es grande.