15 marzo, 2014
Crónica de viaje: Invadimos Sarandí
Peñarol nuevamente jugó en el exterior y, como en todos los viajes, se hace el ritual para acompañarlo. Cuando nos toca visitar Buenos Aires hay muchas opciones para viajar, la mayoría se reparte entre ómnibus y barco, algunos en auto/camioneta y más de uno también en avión. Parte del staff de la web fue en bondi y otra parte en barco. Los que fuimos en bondi tuvimos tremendo viaje que pierde casi todo lo bueno por el resultado del partido.
A las 00:00 hs del miércoles nos juntamos para salir y como en todo viaje no faltaron las banderas, la heladerita para las bebidas y el bombo, ese instrumento que es tan bueno para agitar en el camino pero también da para odiarlo cuando los últimos noctámbulos no quieren dormir y siguen tocándolo para «que nadie duerma».
Canción va, canción viene, llegamos a la Aduana donde se unieron varios bondis y salió un gran agite con bengalas y tema nuevo. Bien los hinchas, porque prendieron las bengalas en la calle, fuera de la tribuna, donde no está permitido. Luego de varias horas de espera, pudimos ingresar a Argentina y ahí rumbo al punto de encuentro donde se reunían todos los bondis.
Estaba lleno de bondis. Los hinchas de Peñarol bajaban en ese lugar y ahí podían salir a recorrer libremente la ciudad. Llegamos a las 11 de la mañana y fuimos a micro centro a buscar un lugar para comer y no mucho más, ya que el partido comenzaba muy temprano (19 hs) y había que volver al punto de encuentro a las 15:30 hs. Hicimos un almuerzo grupal con amigos de otras excursiones: la milanesa napolitana fue lo que más salió, acompañada de mucha cerveza. Luego recorrimos un poco el micro centro, las calles estaban inundadas de hinchas del Decano, todos cantando. Copamos como siempre, la gente preguntaba con quién jugábamos y nos deseaba suerte (que no la tuvimos en el partido).
Pasamos por un super para comprar bebidas y tener stock para la vuelta, porque luego se complica para parar a comprar cosas, la policía te saca de la ciudad y no te deja entrar a las estaciones de las rutas por un buen tramo. Se dificultó mucho para conseguir hielo, casi que fue una odisea conseguir algunas bolsas. Volvimos al punto de encuentro y a las 16 hs partió la caravana de más de 30 bondis rumbo a Sarandi. Al comienzo la Federal controló a la hinchada pero luego que pasamos el peaje e ingresamos a la Provincia de Buenos Aires lo hicimos sin ningún control y llegamos a la cancha sin ningún problema.
La cancha está a dos cuadras del shopping Coto por un lado, y el Walmart por otro. Parece una zona de tener cuidado, sobre todo de noche, pero nada más. El canal Sarandí atraviesa la autopista Buenos Aires – La Plata y llega hasta el estadio. Hay feo olor, a podrido, en la zona, y varias viviendas alrededor, típico de las canchas chicas de Uruguay.
La tribuna que nos asignaron se llenó de punta a punta. Con llenar esa tribuna fuimos mayoría ante un equipo que prácticamente no tiene hinchada. También hubo un buen número de hinchas en la platea, entre los que se encontraba el Vasquito Aguirregaray, que miró el partido con Mauro Ferández. Para que se ubiquen, Peñarol estaba en lo que vendría a ser la Colombes y la América sector visitante, tomando como referencia el Estadio Centenario.
Desde la tribuna no se podía ver mucho, las banderas mal colocadas molestaban para ver bien el partido. Por momentos había que hacer malabares o imaginarse lo que pasaba en ciertos sectores de la cancha. La tribuna se tiñó de bastones amarillos y negros, tremendo recibimiento para el decano.
La cancha es bastante rústica, las tribunas parecían que se caían, aunque sabemos que son hechas para soportar a los hinchas saltando, no deja de sorprendernos cómo se mueven y soportan tanta gente. Detrás de lo que vendría a ser la Tribuna Olímpica, constantemente pasaban trenes abarrotados de gente, que parecía que se iban a caer por las ventanas y puertas. Son inimaginables las condiciones en las que viajaba esa gente.
Es increíble como los jugadores al entrar a la cancha y ver esa tribuna y esa gente gritando, en vez de salir a llevarse todo por delante, entran a la cancha y a los 3 minutos cometen errores que regalan un partido definitorio por Copa Libertadores.
Sobre e partido es más de lo mismo, lo que venimos viendo hace tiempo. La gente explotó contra los jugadores que nuevamente nos regalaron otra desilusión. También un sector de la hinchada explotó al final contra el presidente Damiani que estaba en la platea y cuando se retiró del estadio lo insultaron.
Salimos del estadio, aprovechamos a comprar alguna comida o bebida en los puestos que se ubicaban fuera de la tribuna y volvimos a Montevideo, con una gran tristeza y desilusión. Muchos volvimos para trabajar, y la verdad, que da bronca que el equipo no responda cuando uno hace un esfuerzo tan grande por alentarlos en todos lados. También tuvimos que ir a sentarnos a las 20:00 hs en el estudio y hacer el programa de radio, con toda la bronca interna de que seguro se pudo hacer mucho más en la cancha.
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Un amigo fue y casi que no pudo ver NADA del partido por las banderas colgadas, y que se pedían que se bajara y los «malos» lo mandaban a cag4r y no sacaban nada. Yo digo, haces un esfuerzo grande por ir, entre plata, viaje, tenes que mover cosas en tu laburo, y no podes ver el partido? uno va a alentar al equipo pero a su vez a mirar el espectaculo digo yo.
Yo fui con mi hijo muy bueno todo el viaje siempre alentando y casi sin dormir.
despues en la cancha nos morimos de calor una porqueria de cancha y que decir del partido mas de lo mismo pero lo que mas nos dolio que los jugadores ni cuerpo tecni tuvieron la delicadesa de saludar a la hinchada mas grande del mundo eso dolio en lo mas profundo del corazon.
No importa uno es hincha de Peñarol no de esos perros que mas de uno no merece vestir esos colores, arriba los pibes fieles a esos colores saludos
mira q bueno el viaje a sarandí. Pero perdimos el partido papá!! que mierda pasa con peñarol?
Que impotencia. Que dolor da ver a estos muertos de jugadores arrastrarse por la cancha. Que falta de amor propio que tienen. Que falta de respeto a toda la hinchada. A los que fueron que dieron un espectaculo impresionante y a los que lo vimos por tele y sufrimos con estos perros pecho frio y con estos dirigentes espantosos. Lo mejor lejos es la hinchada.
Las banderas gracias a Dios las retiraron del tejido,.sino no se hubiera visto nada. Yo viajé en un bondi con amigos y disfrute el viaje a morir hasta que Castillo se mandó el horror numero 132 desde que volvió a Peñarol. Una buena que deberia ser siempre asi pero hay que destacar: durante todo el jueves miles de hinchas de Peñarol anduvieron por las calles de Bs As, fueron al partido, se bancaron la derrota, se subieron a los bondis y ni un solo problema. La hinchada y los hinchas que fueron a ver este partido son la nota destacada y lo positivo de esta fecha de Libertadores.
estos jugadores no se merecen tener la hinchada q tiene peñarol, yo no fui lo vi por tv y emocionaba ver esa gente, no eramos visitantes, muy fuerte esto la verdad los odio a los jugadores