Peñarol sigue jugando por el interior del país, esta vez nos tocó viajar a Fray Bentos. Parte del staff en bondi y otros en auto. Los que fuimos en bondi salimos desde Complejo América bien temprano a las 8 de la mañana ya que la idea era comer un asado previo al partido. Arrancamos con una rueda desinflada, se arregló la rueda y comenzó el viaje.

El viaje venía normal, como todo viaje, hasta que reventó una de las ruedas del bondi; por suerte no pasó nada más que eso, aunque quedamos parados en medio de la ruta en la ciudad de Cardona. Por suerte apareció un señor en una camioneta que nos dio una mano para conseguir un auxilio mecánico.

A los minutos vino el auxilio mecánico y luego de dos horas de espera seguimos rumbo Fray Bentos, lo cual se suma a la lista de anécdotas para el gran prontuario de sucesos que nos han pasado siguiendo a Peñarol por todo el Uruguay y el Mundo. Hemos pasado desde empujar un bondi que se nos quedó a mitad de camino, pasando por viajar sin luces en la ruta o viajar más de 400 kms en la caja de una camioneta abierta. Son cosas que uno hace por amor al club, no nos importa cómo ir.

A todo esto llegamos a la ciudad a las 15 horas, justo para entrar derecho a ver el partido de los titulares, por lo que obviamente no pudimos hacer la chorizada antes del partido. Como todo ritual llegamos y colgamos los trapos que llevamos en los lugares que quedaban libres en el alambrado del Parque Liebig’s. La cancha estaba repleta, primera vez que Peñarol visita Fray Bentos y ya muestra la diferencia de lo que es Peñarol y reafirma porque Peñarol es El Cuadro del Pueblo.
Sin dudas se vivió una fiesta completa, mucha gente llegó de distintos rincones del país, se vio gente de Mercedes, Salto, Dolores, Paysandú, Paso de Los Toros, Nueva Palmira, Montevideo y, obviamente, Fray Bentos.

El partido fue entretenido, se jugó en un buen campo de juego; sin dudas un hermoso estadio el Parque Liebig’s. Peñarol ganó para la felicidad de todo el pueblo fraybentino y celebramos esta postura de Peñarol de jugar varios partidos en el interior del país poque es muy saludable para que el club se reencuentre con el interior que bastante en falta está.

Luego del partido decidimos hacer la chorizada ya que no queríamos volver sin conocer un poco más de Fray Bentos. Por eso fuimos hasta el Río Negro, al Club Anglo, el cual nos prestó un parrillero para que hagamos la comida. Enseguida decoramos todo el lugar con nuestros trapos, salió un fútbol entre los pibes con el Río Negro de fondo y también tuvimos la compañía de la gente de la Peña de Paysandú es Manya, gente amiga que siempre sigue a Peñarol a todos lados.

La comida fue un éxito al igual que el viaje, terminamos todos cantando arriba de los bancos mientras la gente en auto tocaba bocina saludándonos. Vivimos una gran fiesta y luego de terminada la comida partimos rumbo a Montevideo, llegando muy tarde y muy cansados pero sabiendo que fue un gran viaje con los amigos que van a todos lados y disfrutamos cada momento del mismo.