piscina-venezuelaDía 1: Fue una jornada a puro avión. Tras un largo viaje y algunas demoras, finalmente llegamos a Venezuela. Salimos temprano de Montevideo, a las 6.30, hicimos escala en San Pablo, y luego aterrizamos en Caracas. Mucha fiesta, alegría y carnaval en el aeropuerto de la capital. Somos un número importante de hinchas para lo que es un viaje desde Uruguay a estos lugares. Tuvimos un retraso en el vuelo interno a Isla Margarita, pero pudimos llegar a este lugar paradisíaco.

Día 2: La Isla está ubicada sobre el Mar Caribe y se caracteriza por un paisaje montañoso, con varios cerros y valles. Es un clima cálido, hoy hubo 31 grados más o menos, y el agua es fría, helada. El lindo país caribeño turístico que se aprecia en la zona de playas contrasta con una pobreza enorme en la zona residencial. Como siempre, en estos lugares hay que cuidarse y mucho, la inseguridad está a la orden del día.

El trato con el turista es bastante amable. La gente de acá tiene menos idea del partido que cuando estuvimos en Antofagasta. Ellos dicen que la selección lleva “algo de público” pero que están un poco cansados por la propaganda masiva que recibe “la vinotinto”, sienten que se la quieren imponer. Su deporte preferido es el baseball, y acá siguen tanto la Liga Americana como la MLB y una Liga Caribeña.

iguana-venezuelaEn cuanto a lo político, se percibe cierta antipatía por Maduro, por lo menos de la gente local con la que hemos conversado.

Con el cambio no oficial está todo regalado: 1 dólar equivale más o menos a 78 bolivares. Acá por 100 bolívares compramos 3 latas de coca cola y 4 botellas de agua. Por 10 dólares cada uno almorzamos langosta con salsa tártara en la playa y una botella de Johnnie nos salió como 180 pesos uruguayos; un regalo. Las botellas de Smirnoff 35 bolívares, menos de 10 pesos, y puedo seguir tirando precios.

En el hostel hay buen ambiente como es lógico. La piscina no puede faltar, el barcito menos. Estás tranquilo y pasa una iguana caminando por al lado tuyo. Si bien estamos disfrutando, ya queremos que llegue el partido, y la ansiedad empieza a jugar su partido. Esto es todo por ahora, saludos a Uruguay.

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