El extremo chileno de 26 años llegó desde Wanderers. Firmó contrato por una temporada. Superó sin inconvenientes la prueba médica. 

El grupo que lo representa y allegados al jugador le recomendaron sumarse a Peñarol para ser mejor visto a la hora de pelear un lugar en la selección chilena, a la cual fue convocado para enfrentar a Honduras y a Argentina, disputando los últimos 10′ del primer encuentro. Además, fue internacional en varias oportunidades con la selección Sub 20.

Antes de ser jugador del equipo del prado, también jugó en la Universidad de Chile (donde fue parte de las categorías juveniles), Inter Zaprešić, Granada, Universidad Católica, Unión Española y San Luis.

En la última temporada siendo, jugador de Montevideo Wanderers, jugó 36 partidos (2537′), convirtió 8 goles y asistió en 6 oportunidades. Recibió 8 tarjetas amarillas y fue expulsado en una oportunidad. Fue el jugador desequilibrante del bohemio en la temporada y de los que más minutos jugó.

Su historial en copas internacionales tuvo su mejor versión con Wanderers, ya que jugó 6 partidos por Sudamericana, donde hizo 2 goles y una asistencia. Con la Católica estuvo presente en 4 partidos de la sudamericana y en uno de Libertadores (único partido en la máxima competencia internacional, jugó 4′) donde no incidió en goles. También, disputó los minutos finales ante Santos por la Recopa Sudamericana, que terminó consagrando al equipo brasileño.

Será el cuarto extranjero en el plantel principal de Diego Forlán. Además del chileno Bravo, también se encuentran el español Xisco Jiménez, el argentino Gabriel Rojas y el Húngaro Krisztián Vadócz. En el Campeonato Uruguayo no se puede utilizar a 4 jugadores extranjeros al mismo tiempo (máximo se pueden utilizar 3), por lo que será una incógnita a la hora de armar el equipo. Para la Copa Libertadores que afrontará el decano no habrá limite de extranjeros, por lo que la prevención será simplemente en el ámbito local.