El 24 de marzo de 1976, el Decano daba vuelta un partido increíble: de atrás y con 10. A lo Peñarol.

El grupo

Peñarol y Nacional debían compartir fase de grupos junto a los representantes chilenos, Unión Española y Palestino.

La copa empezaba con un clásico uruguayo y un enfrentamiento entre trasandinos. En este primer encuentro, carboneros y tricolores repartieron unidades con un empate 1-1. Luego de este empate, Peñarol emprendió viaje hacia Chile, pero los resultados no fueron los esperados. Empate sin goles ante Unión Española y derrota contra Palestino; apenas mitigado por la campaña de Nacional, que caería derrotado en sus dos presentaciones.

De esta forma, el clásico de la cuarta fecha se presentaba como un partido de matar o morir. Una situación limite. Unión Española lideraba la tabla con 5 puntos, Palestino lo escoltaba con 4 unidades, y por ultimo, Peñarol y Nacional ocupaban el tercer y cuarto puesto respectivamente, con 2 puntos para el Decano y uno para los albos.

El clásico del 24 de marzo era la gran oportunidad de sumar y meterse en la pelea para los grandes, pero también, de dejar al borde del abismo al tradicional rival. Esa misma noche, los chilenos deberían enfrentarse entre sí, por lo que algunas combinaciones de resultados podían determinar que esa noche uno de los grandes del fútbol uruguayo quedara eliminado de la competencia.

El partido

Aquella noche de marzo, el Estadio Centenario fue testigo de uno de los partidos clásicos más reñidos de la historia. A los 30 minutos de la parte inicial, Peñarol queda con 10 jugadores por la expulsión de Pizzani. En un partido de estas características, la desventaja de quedar con un hombre menos se hace más notoria que en cualquier otra situación.

Para colmo de males, sobre el final del primer tiempo Nacional consigue abrir el marcador a través de De Lima. De esta forma, los equipos llegaron al vestuario con Nacional ganando 1-0 y Peñarol con 10 jugadores. La mano estaba complicada. Pero en Peñarol, eso es sinónimo de agrande.

De nuevo en el campo de juego, Peñarol intentaría no recibir más goles y tratar de dar vuelta el marcador, ya la derrota complicaría seriamente sus aspiraciones de clasificar.

A los 71 minutos llegaría el primer festejo para la parcialidad mirasol que aquella noche (como casi siempre pasa) fue mayoría. Julio César Jiménez con un remate cruzado desde el borde del área empataba el partido de forma transitoria, y daba comienzo a la hazaña. En diálogo con Padre y Decano, el Pibe de Oro confesaría que después del 5-1 en enero de aquel año (donde anotó tres goles), este fue el mejor partido clásico de su carrera; el de los mejores recuerdos.

Es que después del empate, el mirasol siguió luchando en búsqueda del gol de la victoria. De nada importaba el hombre de menos con el que jugaba desde los 30 minutos de la parte inicial, lo único que importaba era ganar.

Así llegó el segundo gol. A los 80′, con un jugador menos y de pelota quieta, Pablo Forlán marcó el 2-1 para desatar la locura en el Centenario. Un soberbio remate del “Boñiato” sellaba la supremacía aurinegra transformándola en victoria.

Peñarol volvía a dar vuelta un clásico en las que duelen. Peñarol volvía a golpear duramente a Nacional en aquel 1976, después de lo que fue el aplastante 5-1 por la Liguilla, apenas dos meses atrás.

Pero para que la noche fuera completa faltaba una noticia más. En Chile, Unión Española había derrotado 1-0 al equipo de Palestino, y alcanzaba la franja de los 7 puntos, seis más que Nacional, quien acababa de perder un clásico inaudito, faltando dos fechas.

Finalmente, Peñarol ganó sus partidos de local ante Palestino (2-1) y Unión Español (2-0), llegó a los  8 puntos y clasificó por diferencia de goles. A lo Peñarol, como marca la historia.

La parcialidad de ellos no fue, era lógico

Pero la nota de color de aquel memorable clásico, la dio Luis “Peta” Ubiña, DT de Nacional y gloria eterna de los parquenses, capitán en su primera Libertadores e Intercontinental. Tras la dura derrota clásica, el diario El Día lo visitó en su domicilio para recoger sus opiniones. El Peta no perdonó a su gente, y fue tajante en su comentario: “ustedes habrán visto medio estadio vacío, la parcialidad nuestra no fue, era lógico”.

Y sí “Peta”, hay cosas que nunca cambian…

Peñarol: Corbo, Olivera, Faral, Forlan, Acosta (75′ Ramon Silva), Piriz, Cruz, Jimenez, Morena, Unanue, Pizzani

Nacional: Bertinat, De los Santos, Villazan, Machado, Pereira, Gimenez, Muñiz, Perrone (70′ Pagola), Revetria (65′ Laclau), De Lima, Ocampo

Expulsado: 30′ Pizzani (P)

Goles: 43′ De Lima (N), 71′ Jimenez (P), 80′ Forlan (P)