Ernesto Vidal

Nació en un pueblo llamado Buie D’Istria de la ciudad de Trieste, Italia, el 15 de noviembre de 1921, radicándose con su familia en la San Francisco, Córdoba, República Argentina, donde pasó su niñez. Comenzó a jugar al fútbol en Rosario Central en 1941 pasando en 1943 a Peñarol donde cumplió una dilatada y exitosa campaña hasta 1952. Obtuvo 4 veces el título de Campeón Uruguayo y formó la famosa delantera de 1949 lo que valió que fuera citado previa nacionalización a la Selección de Uruguay con la que se coronó Campeón del Mundo en 1950. En este torneo participó como titular en los encuentros ante Bolivia, España y Suecia, no pudiendo jugar la final ante Brasil por encontrarse lesionado.

Emigró a Italia para defender a la Fiorentina (1953) y Pro Patria (1954) en su tierra natal. Debió superar dos fracturas que mermaron su potencial deportivo resolviendo finalizar su carrera y retornar a la Argentina.

Desborde, centro y remate y gol. Imparable por la punta izquierda. Petiso, genial, guapo y con una velocidad impresionante, la hinchada peñarolense lo bautizó como a los coches con sirena: “patrullero”. Falleció joven el 15 de junio de 1974.