Peñarol 7 – 3 Nacional: el mayor tanteador en la historia de los clásicos

Peñarol de 1911: E.Pintos, L.Solans, J.Harley, C.Ronzoni, G.Manito, C.Camacho, L.Quaglia, F.Canavessi, J.Piendibene, A.Betucci y A.Romano. Equipo Campeón Uruguayo y de la Copa de Honor.

El 1 de Noviembre de 1911, en la propia casa del rival de todas las horas, Peñarol destrozó a Nacional en un partido que quedará para siempre en nuestro recuerdo –y el de ellos-. En el Viejo Parque Central, el decano apabulló a los albos por un tanteador de 7 a 3.

Vale la pena poner en contexto aquel partido, analizando la realidad de Peñarol y Nacional al llegar a aquel encuentro. Al finalizar aquella temporada de 1911, el decano de nuestros clubes lideraba el palmarés de Campeonatos Uruguayos con 5 títulos, bastante más que los dos que ostentaban Nacional, Wanderers y River Plate; lo que junto al masivo apoyo popular con el que contaba, lo transformaban en el equipo más grande del país. Por su parte, Nacional apenas tenía la misma cantidad de ligas que Wanderers y River Plate, y no lograba el título desde la temporada 1903, definida en 1904.

En lo que refiere a enfrentamientos mano a mano entre los grandes, el historial registraba, al momento de salir a jugar aquel encuentro, un total de 49 contiendas; con una ventaja de 8 partidos a favor del Decano, producto de 22 victorias y tan solo 14 derrotas. La paternidad era realmente abrumadora.

Así se llegó a aquella definición por la Copa de Honor de 1911; entre un club grande, popular y consagrado, y un equipo menor de nuestro futbol. Igualmente, el resultado sería totalmente inesperado para cualquier aficionado de nuestro país.

El partido comenzó con el conjunto carbonero perdiendo por 1 a 0, pero rápidamente logramos el empate con gol de Canavessi, y posteriormente pasamos 2 a 1 gracias al gol de Piendibene. Antes de que terminara el primer tiempo, Nacional lograría el 2 a 2 en un partido para el infarto y sumamente parejo hasta ese entonces. Nadie imaginaba lo que finalmente ocurriría en el segundo tiempo.

Después del intervalo, Peñarol fue una locomotora que arrasó con Nacional. Lo destrozó, lo humilló sin piedad, y para hacerlo aún más épico, lo hizo jugando de visitante. Al primer minuto del segundo tiempo tomábamos la delantera por 3 a 2 con gol de Cavanessi. Nueve minutos más tarde, a raíz de una gran jugada de Harley, Quaglia marcó el cuarto gol. La goleada histórica se estaba concretando luego de que a los 25 y 30 minutos sucesivamente, Romano y Quaglia, batían por quinta y sexta vez a Di Pauli, el arquero de Nacional.

Minutos después, Nacional lograría el tercer tanto, y de inmediato llegaría el séptimo gol antes que terminara el encuentro, por parte de Piendibene. Este gol fue el séptimo y último de la tarde. Es el gol que señala el mayor tanteador de la historia de los clásicos. Nunca, jamás,  ninguno de los dos equipos logró convertir 7 goles como lo hizo Peñarol esa tarde. Menos aún en una final, y muchísimo menos, jugando de visita.

El resultado de este partido autorizaría a Peñarol a jugar con Newell’s Old Boys por la final del Campeonato Internacional de Honor. Este partido se jugó el domingo 5 de noviembre de 1911, también en el Parque Central, y finalizó 2 a 0 a favor de Peñarol, con el partido sin concluir ya que el equipo rosarino se retiró del campo de juego al recibir el segundo gol.

Una crónica de la época mencionaba:

“Extraordinaria goleada, luego de una depurada exhibición de calidad, garra, técnica, ciencia pura, bajo la batuta de los dos maestros del fútbol Uruguayo: Juan Harley, catedrático del juego, rey de los centre halfs clásicos, el que enseño en nuestro país que para jugar al fútbol, no se necesita correr como loco atrás de la pelota. El diminuto Inglés que asomó con su arte, con su cerebral juego, calmosamente, gigantesco en su físico escaso y sus piernas combadas.

Y José Piendibene, el maestro criollo, el Inigualado, el hombre piloteando la línea delantera, fue orfebre, estilista maravilla que aclamó el pueblo de América entera rendido de admiración ante exhibiciones de sello inconfundible casi mágico….”

De esta forma quedó escrita una de las páginas más gloriosas en la historia de nuestro club y una de las más humillantes en la historia de nuestro tradicional rival. También, por qué no decirlo, una de las más destacadas en la historia del viejo Parque Central, ese escenario que desde sus orígenes estuvo vinculado al Club Atlético Peñarol y en donde nos hemos encargado de escribir a fuego el nombre de nuestra institución.

Peñarol 7 – 3 Nacional

Peñarol formó con: L. Solanas, C. Ronzoni, E. Pintos, C. Camacho, J. Harley, G. Manito, A. Betucci, L. Quaglia, J. Piendibene, J. Cavanessi, A. Romano.

Nacional formó con: S. de Pauli, F. Castellino, F. Machado, Sánchez, Abdón Porte, F. Varela, P. Mazzullo, R. Vallarino, A. Brienza, A. Landoni, P. Somma.

Goles: 26′ Somma (N); 30′ Canavessi (P); 33′ Quaglia (P); 34′ Landoni (N); 46′ Canavessi (P) (de penal); 58′ Piendibene (P); 70′ Romano (P); 88′ Quaglia (P); 89′ Landoni (N); 90′ Piendibene (P).