Dejamos lo mejor para el final. Última entrega del camino del Campeón donde repasamos los puntos claves del Uruguayo 51. En este caso le toca a los encuentros más importantes del año: las finales.

Nota: Si no viste los anteriores artículos, podes leerlos acá: Parte 1 y Parte 2.

Final de la Anual: Defensor 0-1 Peñarol

¿Qué es ganar ‘A lo Peñarol’? Esta final. Luego de un Clausura soñado para el hincha y el plantel, el carbonero lograba hacerse un lugar en la final por la Tabla Anual en la última fecha ante Racing, gracias a que Defensor perdió su partido contra Fénix.

El 6 de diciembre el Estadio Centenario se vestía de amarillo y negro, para comenzar a cerrar la historia de un campeonato de ensueño. A las 20 horas empezó un partido cargado de emociones, polémicas y todos los condimentos que este partido conlleva en este último año.

La primera llegada de peligro fue un mano a mano, al borde del área grande, entre Mathías Suárez y Kevin Dawson. El arquero puso todo su cuerpo para tapar el disparo del volante violeta, en lo que fue la atajada del partido. El ’12’ mirasol terminó sufriendo un esguince de codo, por apoyar mal el brazo al caer.

Minutos más tarde llegó la jugada del encuentro, la que valió por todo el Campeonato. Nuevamente Ramón Arias salvó una pelota en la línea. Cuando parecía que entraba (ya que había pifiado en una ocasión), el jugador no se dio por vencido y consiguió con su pie izquierdo pisar el balón sobre la raya, evitando el tanto de Defensor. La jugada fue muy polémica y viral en redes sociales, pero en ninguna toma se ve al esférico íntegramente dentro del arco. El ‘Cachila’ volvía a ser fundamental, en una jugada similar a la del Clásico.

Hay que reconocer que el rival fue superior futbolísticamente durante los 90 minutos. En la segunda mitad, Cecilio Waterman evade a Fabricio Formiliano en la mitad de la cancha y arrancó su carrera rumbo al arco aurinegro. Con la velocidad que lo caracteriza, hizo casi imposible que se le acercara algún defensor carbonero, tan solo quedaba confiar en Dawson. El panameño remató bajo y el balón superó al arquero, pero el palo le dijo que no. ¿Suerte del Campeón? Quizá, Defensor mereció hacer algún gol, pero al igual que Alejandro Acevedo, se desestabilizó sobre el final.

El gol: El momento de mayor comunión entre la tribuna y los jugadores. Luego de un mal saque con la mano del arquero Guillermo Reyes, que se fue al lateral, el Estadio Centenario al grito de «Señores dejo todo, me voy a ver al manya» se puso de pie para empujar al equipo en busca del gol, y así evitar alargues o penales. A todo esto, iban transcurridos 90 minutos, más 2 de los 3 adicionados.

De ese lateral, se consiguió un tiro de esquina y el aliento de la gente fue aún más intenso. El encargado de ejecutarlo fue Lucas Hernández. Cuando el balón iba en el aire, se produjo un silencio total por unos segundos, que luego terminó explotando al grito de gol. El arquero Reyes con intención de cortar el ataque y esperar a que se termine el partido, para bajar la euforia de la gente salió lejos a cortar el centro, pero el Capitán, Cristian Rodríguez, lo anticipó y con un cabezazo cruzado, puso el 1-0 agónico, para cerrar un torneo como más nos gusta: A lo Peñarol.

Se había logrado una remontada histórica en la Tabla Anual, pero nada de esto tendría tanto valor, si no se consiguiera el objetivo principal que era el Uruguayo.

Final por el Uruguayo: Peñarol 0 (4) – (2) 0 Defensor

El carbonero, envalentonado por la victoria conseguida en el último instante del partido cuatro días atras, para llegar con ventaja deportiva a la definición del Uruguayo, salió al terreno con un plus y la inyección anímica de haber logrado la acumulada tras un torneo histórico, forzando un desempate, y en él, la forma de quedarse con la victoria como marca la historia, en la hora.

El trámite del encuentro no varió mucho al de la semifinal. Defensor neutralizó los circuitos de juego del decano y tras 120 minutos de juego no se sacaron ventaja, por lo que la obtención del Uruguayo 51, debía definirse desde los 12 pasos.

Los penales: Hay una vieja ley en el fútbol: «equipo que comienza pateando es quien tiene más probabilidad de ganar», pero a parte de eso, la jerarquía a la hora de ejecución de los jugadores aurinegros fue desnivelante.

Comenzó la definición. El primero fue el ‘Cebolla’ quien cambió su disparo por gol. Para el rival, Matías Cabrera convirtió. El ‘Mota’ Gargano fue el que mejor lo pateó, Peñarol se ponía 2-1. Llegaba el momento de Joaquín Piqueréz, quien envió el balón por encima del travesaño. ‘Cachila’ Arias, al igual que sus compañeros, pateó con mucha potencia, dejando sin chances al arquero Rodríguez y ponía el 3-1 parcial. Mathías Cardaccio con un poco de suerte (ya que Dawson le adivinó el palo) la mandó al fondo de las redes, 3-2. Lucas Viatri, con la misma fórmula que Arias, puso el 4-2 con un particular festejo.

Y llegó el momento, si lo erraba Héctor Acuña Peñarol era Campeón, sino, le tocaba a Cristian Palacios definir. Tras la eterna caminata hacia el punto penal, el delantero mandó el tiro hacia la tribuna, para el delirio del pueblo carbonero en todo el país.

Llegó así el título 51, cumpliendo con el hashtag que padreydecano promovió apenas se logró el campeonato 50: #JuntosPorEl51, y vaya si se cumplió. La hinchada, los jugadores y los dirigentes ante momentos adversos, metieron para adelante y hoy el premio es para todos.

padreydecano.com te contó las claves del Campeón en tres partes, esperamos que disfruten al leerlo, como nosotros al escribirlo. EL REGALO DE PAPÁ.

¡Felices carboneras Fiestas!