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Nota de la redacción: Estimado lector, esta columna está orientada al hincha común de nuestra gloriosa institución.

Busca aportar información de la actualidad del Club a nivel político, de las futuras elecciones y de la postura de Padre y Decano como medio independiente de las agrupaciones que pretenden la presidencia de Peñarol.

Futuras entregas más detalladas sobre este acontecer serán, a partir de ahora, frecuentes en nuestro portal.

Tendremos información, entrevistas, opiniones y fundamentalmente espacios para que todas las agrupaciones y candidatos puedan hacer llegar su voz en este lugar, el más grande y visitado del pueblo carbonero.

Las opiniones de esta columna son absoluta responsabilidad del autor, no representan el parecer de padreydecano.com, quien busca mantener y consolidar su lugar como el portal partidario líder en el mundo Peñarol, siendo el sitio del pueblo carbonero en su totalidad, independiente de todo interés que no sea informar a los hinchas de la actualidad del Club.

Por @GuiLLeVareLa

No está claro el panorama eleccionario en Peñarol. A menos de 60 días de las elecciones no hay ninguna fórmula definida, ni el oficialismo ni la oposición tienen duplas ya proclamadas. Tampoco está marcada la fecha (todo hace suponer que será el sábado 9 de diciembre) ni confirmado el lugar (históricamente ha sido en el Palacio Peñarol).

En esta ocasión, estarán habilitados para votar un poco menos de 20.000 socios y se duda de la capacidad para establecer tantos circuitos en el Palacio. En los comicios pasados se colocaron mesas en los pasillos, dificultando la fiscalización del acto eleccionario y este año se sumarán algunos miles de votantes más.

A estas incertidumbres se le suman otras.

El oficialismo

La más llamativa es la ausencia de una candidatura oficialista, el ida y vuelta que se maneja desde el Damianismo es difícil de interpretar. Semanas atrás el Presidente adelantaba a la prensa que el Dr. Barrera era el candidato, pero la negativa de éste a ocupar ese lugar hizo que la figura del actual vicepresidente Cr. Walter Pereyra fuera la propuesta de Damiani.

Jorge Barrera junto a Damiani

Pereyra también se negó, dejando a Damiani encorsetado en un discurso ambiguo. Si bien siempre aseguró que respetará su decisión tomada en el pasado de no presentarse, no son pocas las voces que sostienen que un movimiento de socios y una hipotética vuelta olímpica en diciembre, podrían modificar esta decisión. Tomando en cuenta que sigue sin haber un candidato proclamado, esta posibilidad existe.

Walter Pereyra junto a Damiani

Otras señales van en contra de esta afirmación; la más llamativa es la persistencia de la deuda con los salarios del plantel. A la fecha, el Club le debe algunos meses a sus jugadores y el plantel ha rechazado concentrarse como medida de protesta.

Es una realidad difícil de descifrar. El Damianismo siempre ha basado parte de su prédica en la capacidad de financiamiento y crédito que tiene para solventar el día a día de la institución. Esa fortaleza ha sido una de las armas predilectas a la hora de confrontar a sus opositores, señalando siempre (tanto en la época del Contador como la de Juan Pedro) que sin billetera no hay gestión posible.

Entonces, ¿hay algún objetivo electoral en este histórico atraso?, difícil de conjeturarlo. Si la acción es voluntaria cabe preguntarse qué se busca con eso.

Podría ser sembrar la desconfianza en el futuro manejo de las finanzas por terceros ajenos a la actual conducción, una demostración de poder económico que deriva en el comentario entre pasillos que siempre se escucha “si no está Damiani no hay quien ponga la plata”.

Pero si el atraso no es deliberado, entonces significará una muestra de mala administración que compromete la credibilidad de la actual conducción.

Sinceramente, amigo lector, no lo tengo claro.

Rodolfo Catino

El cuarto apellido vinculado al oficialismo es el de Catino, el actual presidente de las formativas del Club. Rodolfo Catino es un hombre bien conocido por quienes orbitamos el mundo Peñarol, activo, trabajador, ha sabido surfear las difíciles aguas de estar bajo la sombra del Presidente.

Parte de su estrategia política es presentarse como un aglutinador de todos los sectores y un articulador de las diferencias entre directivos. Su movimiento “TU Peñarol” (el TU son las siglas de trabajo y unidad) promueve un análisis muy puntual de los desafíos que tiene el Club. Propone que los problemas surgen de una “grieta” entre dirigentes que debe ser cerrada.

Si damos por bueno que hay una división en el Club, él ha sido parte y responsable (por acción u omisión) de que eso acontezca. Me parece saludable que lo reconozca y que plantee el problema, porque es más honesto y genuino hacerlo así que echarle la culpa a otros.

No obstante, me permito un matiz que quiero compartir con el lector buscando su opinión. El club ha crecido enormemente en infraestructura, en recursos humanos, en gestión, en activos, ediliciamente, societariamente. Esta evolución ha sido el aspecto más positivo de la actual conducción.

Sin embargo, no hemos desarrollado una capacidad en los dirigentes para convertirse a la par de la transformación del Club. Estamos a medio camino entre lo tradicional en la conducción de Peñarol (presidencialista, con una figura emblemática al frente y el resto acompañando al líder o no sobreviviendo en la interna del Club) y lo futuro (un gestor de grupos de trabajo, especialistas en cada sector y una presidencia articulada más como un jefe de un “gabinete” que una monarquía). No es una tarea fácil, ni los hinchas tenemos definido cual tipo de Presidente queremos ni cual modelo de Club.

Llevará tiempo esa maduración, y en el medio de ese viaje entre el Club que ya no seremos y el Club que queremos ser, TODOS tienen que aprender y pactar las nuevas reglas de juego.

El último hecho que mencionaré al respecto es que Catino no ha conseguido (al menos al momento de escribir estas líneas) la unción del Presidente. Atribuyo este hecho a que es difícil desmarcarse de la figura de Juan Pedro y al mismo tiempo presentarse como la opción del oficialismo. Con el correr del tiempo veremos si Catino consigue resultados positivos en su intento de hacer política de una forma diferente a como se han manejado hasta el momento desde las tiendas del gobierno del Club.

Llevo ya varios minutos de su amable lectura querido amigo sin poder transmitirle una conclusión respecto del futuro de Juan Pedro Damiani. Mi opinión personal (no la de Padre y Decano que NO se pronuncia políticamente como ya fue aclarado) es que la gestión de Damiani ha tenido buenas y malas.

Con aciertos históricos como el Estadio, una obra real solo existente por el empecinamiento y capacidad del Presidente en esas cuestiones y por contar con algunos colaboradores directos de mucha destreza, una sumatoria de condiciones que fueron creadas por Damiani y ejecutadas por muchas personas.

Pero también con muchos errores gruesos en la parte deportiva, con algunas contrataciones que no se explican bajo ninguna lógica fuera de los escritorios que nos sumieron en períodos de decadencia futbolística innecesarios.

Depende de su candidato, el plan que exponga y cómo logre renovar la credibilidad en el proyecto original, que haya un nuevo período de conducción de los actuales gobernantes.

Algunas encuestas dicen que el oficialismo (que ya no tuvo la mayoría en la elección pasada y ganó porque la oposición votó fragmentada) no alcanzaría un nuevo período de gobierno, pero todos sabemos que las encuestas ya no son una verdad revelada sino un fuerte indicador. Y que el socio vota emocionalmente. Los números de las consultoras no son determinantes ni para señalar un triunfo o una derrota de ninguno de los candidatos.

La oposición

¿Qué hay del resto? De los actuales representantes en el Consejo Directivo, las dos únicas agrupaciones con posibilidades de dirigir el Club son el Movimiento 2809 de Marcelo Areco y el Sentimiento 1891 de Ignacio Ruglio.

Marcelo Areco

La diferencia entre las comunidades de socios que presiden Areco y Ruglio y el oficialismo están marcadas en la naturaleza de sus movimientos. Mientras la oposición nuclea a varios cientos de socios en actividades permanentes, con grupos de pertenencia, con una presencia frenética en todas las actividades del Club y con una militancia apoyada en el hincha más activo, el oficialismo no posee bases tan organizadas. Esto obligó a los movimientos opositores a buscar un perfil más “cercano” al hincha común, y lo hacen de diferentes formas.

Areco logra permanecer más de una elección como el candidato de la 2809. Es el primer acierto de su movimiento que, por su naturaleza democrática y de permanente asamblea, siempre estuvo obligado a cambiar a su líder elección tras elección, apostando primero a Daniel Benech (quien pagó los costos de ser el primer opositor real en Peñarol), y luego a Daniel Viñas. Hacer conocida una figura es fundamental para aspirar a la Presidencia de Peñarol, porque en el imaginario colectivo alguien “que no lo conoce nadie” no puede ocupar ese lugar.

El segundo acierto es haber atemperado el rol de oposición visceral que tenía la 2809, siempre blanco fácil de la estrategia de “buenos y malos” que planteaba el oficialismo al dejar en evidencia la queja permanente producto de la frustración del movimiento.

Esa evolución en la forma de ser oposición, puede que le arrime votos foráneos a su agrupación, motivados también por excelentes dirigentes que tiene como Carlos Scherschener, a los que debe sumarse la experiencia de Ec. Isaac Alfie y otros colaboradores y agrupaciones que empiezan a asociarse a la 2809 ante la posibilidad de ejercer la conducción del Club.

Al igual que el Damianismo y que el Sentimiento 1891, la 2809 no tiene fórmula presidencial definida aún.

Juan Ignacio Ruglio

El tercer grupo con opción de conducir el Club (tercero en mi descripción, no obstante algunas encuestas lo dan como primero entre las preferencias de los socios) es el de Ignacio Ruglio.

Su movimiento se basa en su figura. Si bien Nacho Ruglio ha conseguido sumar dirigentes de otras agrupaciones (como Pablo Sciarra y Cr. Eduardo Barbieri, muy interesantes  y valiosos actores del mundo Peñarol), su mayor desafío es presentar otros nombres y corrientes que sostengan la idea de un grupo y no una persona. Nacho lo consigue en parte, tiene éxito porque logra exhibir apellidos competentes para acompañarlo en la gestión, pero su figura sigue siendo emblemática de su agrupación.

A diferencia de la 2809, que podría existir sin Areco, o el oficialismo que podría presentarse sin Damiani, el movimiento de Ruglio gira entorno a su figura. Es tan así que le ha costado construir una dupla para presentarse. Su anterior compañero de fórmula (Betingo Sanguinetti) abandonó el movimiento sin completar un mandato y su último vicepresidente nombrado (Favio Debitonto) declinó su candidatura pocas semanas después de anunciarse.

Ruglio tiene el desafío de consolidar su potencial como dirigente al mismo tiempo que crea su movimiento. Debe robustecerlo sin traicionar su génesis, y esa tarea en épocas electorales es difícil pues se ha convertido en blanco claro del resto de los candidatos que ven en él, un rival de consideración.

Ambas agrupaciones (la 2809 y la 1891) han desarrollado una experiencia de valor en la vida política del Club y se han convertido, por primera vez en estas elecciones, en una opción real de gobierno.

 Otros participantes

El mundo político de Peñarol ha crecido en cantidad de participantes a la par de la evolución institucional que hablaba párrafos atrás. Muchos socios crean agrupaciones, promueven alianzas y buscan un lugar en la dirección del Club. En consecuencia, surgen nuevos nombres a la consideración pública.

El Dr. Julio Trostchansky dirige “Triunfo aurinegro”, una agrupación que lo tiene como candidato a la presidencia, al igual que el histórico José Carlos Dominguez al frente del movimiento “Carlos Balsán”.

El ex vicepresidente de la AUF, Rafael Fernandez, lidera la lista 8 y busca reinsertarse en la vida política del club luego de su forzada salida.

Y el resto de las entidades se suman a los candidatos para hacer alianzas como ProPeñarol de Sergio Perrone, la Lista 12 de Welker, el Espacio XXI de Betingo Sanguinetti y Dr. Gastón Tealdi, Renovación Aurinegra de Dr. Ricardo Rachetti y el “cataldismo” de Gendake y Errico con el oficialismo.

Honor aurinegro y ADN carbonero apoyan a Catino mientras Lista Joven con su lista 53, Podemos + con su lista 1987 y Todo por Peñarol con su lista 1960 se aliaron con Marcelo Areco.

En el transcurso de las semanas iremos presentando a cada uno de ellos y dándole el espacio para que puedan hacer conocer sus proyectos e ideas. A los mencionados y a los que estén por sumarse en este período o a quienes, involuntariamente, haya omitido en este breve repaso.

Epílogo

En dos meses tendremos un nuevo Presidente en el Club.

Será algo histórico pues estará elegido por la masa más grande que haya participado en la historia de Peñarol y de cualquier club deportivo de Uruguay (como ya sucedió en la pasada elección).

Desde PyD queremos ser testigos y protagonistas de estos tiempos junto a ustedes. Esperamos vuestros aportes, consultas, opiniones, lecturas SIEMPRE con respeto y en un marco mínimo de educación en el intercambio de ideas.

Insultos o agravios personales a los candidatos, o cualquiera de todos los protagonistas que de aquí en más desfilarán por PyD, serán censurados.

Vamos a vivir este tiempo con la pasión que nos caracteriza como colectividad, con la intensidad con la que nos expresamos los carboneros y como nos enseñó el gran Washington Cataldi, tratando a un peñarolense como un hermano, pues para un manya no hay nada más grande que otro manya.