Hoy no es un día más para los hinchas carboneros, hoy volvemos a palpitar un partido de Copa Libertadores, esta vez en su edición 2012, cuando nos enfrentemos al Caracas F.C. de Venezuela.

Hoy jugamos los primeros 90 minutos de una llave que hay que superar sí o sí: a las 20:45 comienza un partido que nos de la posibilidad de poner un pie dentro de la fase de grupos del máximo torneo continental.

Es difícil olvidarse de lo vivido hace casi un año ya, cuando aquel 24 de Febrero debutamos por la Copa Libertadores 2011, con una recordada derrota por 3 a 0 frente al rojo de Avellaneda. Ni la persona mas optimista hubiese pensado que podríamos llegar a la final del torneo luego de aquel fatídico debut: quizás podamos llegar a octavos, y si tenemos suerte porque no, a cuartos…Pero Peñarol es así, Peñarol es mística, y el imposible se volvió realidad: llegamos a la final del torneo, despues de 24 años.

Muchas cosas pasaron por el club desde aquella final: cambio de cuerpo técnico, cambio de jugadores, cambio de dirigentes, pero lo que nunca cambio es la pasión; esa hinchada que hizo erizar la piel de propios y extraños, de la que tanto hablo el mundo entero y la que tanto nos enorgullece: la gloriosa hinchada de Peñarol.

Hoy hay que estar, como siempre, alentando hasta el último minuto por estos colores, dejando el alma en cada pelota, el sueño copero esta más vivo que nunca. Tenemos hambre de gloria y sed de revancha, queremos levantar la sexta Copa Libertadores, y volver a demostrar a América y al mundo que el léon volvio para quedarse.

Cuando esta noche el equipo pise el césped del Estadio Centenario, desde las tribunas sólo puede sentirse un rujido… «tenés que dejar el alma y el corazón, tenés que dejarlo todo por Peñarol…»