Algunos consideran que somos muy susceptibles o que esto se trata de una persecución enfermiza, pero la verdad de la milanesa es que cada día algunos redactores de Ovación se pisan el palito un poco más. ¿Con qué fundamento una persona que se jacta de ser periodista deportivo escribe esto bajo la categoría de columna de opinión? ¿Dónde está la opinión acá? ¿Dónde está el trabajo periodístico, el análisis y la reflexión?

Si querés decir que Peñarol comprometió sus chances en el campeonato, seguro hay otros caminos para hacerlo. Con fundamentación y exposición de argumentos, uno puede llegar a compartir o no la opinión, de eso se trata, pero ¿recurrir al clásico chiste cotidiano de salir campeón en el Play Station? ¿Los editores responsables de la parte deportiva leyeron y autorizaron esto o lo gambetearon con una moña?

En las notas pasadas y seguramente en las notas venideras se encargará de decir que la hinchada de Peñarol es violenta, el mismo cuento de siempre de los inadaptados, de los que no respetan el himno, de los que tiran cosas, etc. etc. ¿Estas notas que no tienen ninguna razón de ser no generan violencia también? ¿Hasta cuando hay que permitir que pasen estas cosas? Se están equivocando los procedimientos, se están equivocando los conceptos. Esto no es periodismo deportivo, mucho menos periodismo deportivo objetivo. Para el diario, los periodistas; para el circo, los payasos. Peñarol es el equipo que ganó más campeonatos uruguayos.

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