“Impactante: un jugador de Peñarol preso por drogas…ampliaremos”. Ese tweet fue publicado por la cuenta del programa radial la Oral Deportiva aproximadamente a las 20 horas del martes 5 de marzo de 2013. Posteriormente, se sucedieron los tweets “La información primaria es que sería por un tema de documentación. No confirman información de que sea por drogas” y “La Oral deportiva no nombró a ningún jugador. Justamente porque la noticia no estaba confirmada oficialmente”.

laoral

Dentro del ABC del periodismo, una de las reglas habla de verificar la información antes de su publicación. Al parecer los periodistas de dicho medio se olvidaron de este pequeño detalle, o tal vez la desesperación por obtener eso que se llama primicia los nubló y les hizo olvidar de este paso fundamental.

Lo más triste de todo es que no hubo un pedido de disculpas y que insólitamente el medio se justificó diciendo que no nombraron a ningún jugador. O sea que dijeron que un jugador de Peñarol estaba preso por drogas pero como no dijeron el nombre, entonces no se tienen que disculpar. Mancharon a una institución, a un plantel, y por la asociación entre la noticia falsa y la real se manchó indirectamente a ese jugador, quien es una persona que tiene familia, amigos y un trabajo.

Por si fuera poco, algunos colegas se agarraron de esta noticia, y también se saltearon ese pase fundamental dentro del ABC del periodismo. Fueron pocos los que se tomaron la molestia de verificar la noticia con fuentes y dar la noticia correcta. No tendríamos ni que agradecerles ni felicitarlos, porque al fin y al cabo hicieron lo que tenían que hacer, pero como se encuentra el periodismo deportivo actualmente, es un mérito informar chequeando previamente.

El jugador involucrado es Walter López, quien tiene problemas con una camioneta traída de Paraguay y su documentación. Como verán, hay un abismo entre la realidad y la falsa versión. ¿De dónde habrá salido? No importa.

Exigimos que pidan unas disculpas sinceras, principalmente a la persona e institución involucrada, como también a la gente que consume el medio y la noticia.