Cuando se es niño, siempre se sueña con ser jugador de fútbol, vestir la camiseta de tu selección, jugar en el equipo que sos hincha, hacer tu primer gol, o simplemente jugar en primera división. ¿Cuántos son los sueños que se marchitan con el tiempo? ¿Cuántos sueños quedan en el camino por diferentes motivos?

Bastantes son los casos que, por diversas causas, se esfuman con el pasar del tiempo. El sacrificio, la voluntad, el esfuerzo y el amor a la pelotita, son los principales motores para que ese sueño no tenga techo. Para que ese sueño, imaginado desde pequeño, siga construyéndose, sino pregúntenle a Darwin Núñez.

Del murmullo y las críticas, a los aplausos. De los silbidos, a los gritos de gol. Una noche soñada para el joven delantero de Peñarol, quién marcó un hat-trick para el triunfo de Peñarol frente a Boston River. Un tiro rasante tras una gran habilitación de Walter Gargano, para poner el primero; un toque sutil al segundo palo, para marcar el segundo gol de su cuenta personal y un remate potente al borde del área, sellaron el triunfo mirasol, y la noche mágica de Darwin.

Una semana redonda para el artiguense, que, además de hacerle 3 a Boston River, se había despachado con un agónico gol frente al tradicional rival, para darle una nueva victoria clásica al elenco carbonero.

Hay que creer, confiar y, sobre todo, apostar a las formativas, que son el tesoro del club.

 

Mathias Tilve