Si le querés explicar a una persona que vive en la otra punta del mundo que la Liga Uruguaya es organizada por la misma entidad que representa a la selección bicampeona del mundo, bicampeona olímpica y poseedora de 15 Copas Américas seguro no te va a creer. Para el resto del mundo, la gestión de Bauzá y sus empleados es digna de admiración y de imitación. Sin embargo, seguramente nunca se habrán puesto a mirar lo que pasa con la organización del fútbol local.

El último, pero a la vez reiterado, problema que recae en nuestro fútbol doméstico es la fijación de las finales para dirimir el título de Campeón Uruguayo 2012/2013. Dado que el Campeonato Clausura termina el 1 de junio, que no habrá campeón directo, y que la selección ya comenzó a entrenar, surgió una nueva pero vieja novela ya conocida por todos: la citación de jugadores que definirán cosas importantes.

Por el lado de Peñarol, el Hormiga Valdez y Matías Aguirregaray en cuanto a la mayor, y Sebastián Cristóforo en la Sub 20. El malestar de la mayoría de los hinchas se generó al saber que la citación de Valdez complicaría su presencia en las finales. La frase más dicha en los últimos días «no lo citó nunca y justo lo viene a citar ahora”.

Seguramente lo que diga ahora molestará a varios pero me pregunto, ¿es culpa de Tabárez? ¿No es su función seleccionar jugadores nacidos en este territorio cuando crea conveniente para defender al país? La pregunta es sencilla, ¿no sabía la AUF en agosto de 2012 que el 11 de junio había actividad por Eliminatorias, que posteriormente vendría la Copa de las Confederaciones y un posible Mundial Sub 20? ¿Era totalmente imposible planificar un campeonato de 15 fechas + 3 partidos en un semestre? Los clubes también deben tener cierta responsabilidad. Antes de comenzar la temporada, supuestamente se presentó el calendario. ¿No se trató en esa instancia de ajustar la temporada a los tiempos de la selección?

Seguramente varios dirán “me importa más Peñarol que la Selección” o “me chupa un huevo la Selección” y es verdad, yo siento igual, pero si la citación hubiera llegado una vez finalizado el torneo, lo veríamos como una premiación y no como un castigo.

Acá los responsables son los dirigentes de la AUF, la Mesa Ejecutiva y los dirigentes de los clubes (seguramente haya funcionarios y dirigentes que hagan las cosas bien pero son opacados o no escuchados por los que hacen las cosas mal) que son incapaces de organizar un campeonato de 15 fechas en un semestre. Se fijó una final el 4 de junio y “después vemos”. Nunca se supo a ciencia cierta si se jugarían los restantes partidos en los días siguientes o un mes después. Como es lógico, cada club luchará por sus propios intereses.

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Acá la culpa no es de Tabárez ni de los jugadores si deciden ir con la selección. Acá la culpa es de un fútbol donde a un juez lesionado lo sacan a caballito y ponen a uno de la tribuna a arbitrar, donde Durazno FC le hizo un gol de penal a Fénix y le cobraron corner, donde cada tanto se suspende el fútbol para “reflexionar” sobre la violencia y no pasa nada, donde la única vez que pasó algo fue la absurda medida de prohibir bombos y banderas, donde se suspendió un partido porque un equipo salió 2 minutos tarde y 90 días después lo hicieron jugar, donde hasta que el juez no pite no se sabe en qué cancha se juega un partido, donde no se puede jugar un Progreso – Nacional para 500 personas en el Tróccoli pero al otro día puede jugar Peñarol en el Estadio Centenario y Nacional organizar un evento en su cancha a pocas cuadras, donde los partidos del campeonato 2006 se jugaban a la misma hora que los del mundial de Alemania, donde no se sabía donde se iba a jugar la tercera final entre Danubio y Nacional en el 2004 y el gol en la hora de Perrone les ahorró un problema, donde Peñarol jugó una final de campeonato uruguayo con Defensor un miércoles y con Nacional un martes, ambas en la tarde, y donde hay clubes que no están al día con los pagos y les inventan prórrogas para poder jugar. Se podrían seguir citando ejemplos pero la lista sería interminable.

Aceptémoslo de una vez. Tenemos un fútbol que es un mamarracho organizado por personas que son un mamarracho. Para muchos Tabárez seguirá siendo el malo de la película por haber citado al Hormiga justo en las finales, pero en un campeonato serio, la temporada se hubiera ajustado a los tiempos de la selección.

No estoy queriendo decir que bajemos los brazos y que entreguemos a los jugadores. Les pido a los dirigentes de Peñarol que peleén hasta último momento para retenerlos y que las finales se jueguen ya y no dentro de un mes. Su obligación es defender los intereses de nuestro club y es lo que todos esperamos que hagan. Yo también quiero que el Hormiga juegue las finales con Peñarol y me voy a recontra calentar si no lo hace pero estas cosas pasan por los irresponsables e incapacitados que dirigen nuestro fútbol, no por un capricho de un entrenador.