Copa Libertadores 1987

Cuando comenzaba la copa ese año pocos apostaban por el equipo carbonero. Peñarol contaba con un equipo muy joven pero a la vez muy valiente. Pocos creían, sólo los hinchas de Peñarol y aquellos que conocen nuestra historia. Todos sabemos que en cualquier momento puede aparecer el “Peñarol de los milagros”.

El año 1987 se debería de catalogar como un año de renovación en todos sus órdenes, ya que el Cr. Damiani tomó las riendas del club y su primer objetivo era mejorar la situación económica, por lo que no se hizo importantes contrataciones y se apuntó a la cantera del club. También hubo renovación en cuanto a la dirección técnica, dado que llegó el Maestro Oscar Washington Tabárez en lugar de Roque Máspoli.

El inicio de temporada no fue bueno, y los rumores de una posible salida del entrenador estaban a la orden del día. Sin embargo, la heroica victoria en el clásico recordado como el 8 contra 11 fue el impulso anímico principal para que este equipo de muchachos lograran llegar a la cima de América.

Ésta es una de las hazañas más grandes de la Copa Libertadores. Es algo que no se ve todos los años y sí se repite a lo largo de la historia del Campeón del Siglo. Por esto es que los hinchas de Peñarol creemos que nuestro equipo es “dueño de las hazañas”.

Peñarol se ubicó en el Grupo 5 que estaba integrado por uruguayos y peruanos, y lo ganó de forma invicta, con 4 victorias y 2 empates. En el debut, derrotó a Progreso 3 a 2 en el Estadio Centenario en un partido que costó más de lo previsto. Posteriormente realizó su “mini gira” por Perú, donde derrotó 1 a 0 a uno de los grandes peruanos, Alianza Lima, y empató 1 a 1 ante el modesto Colegio San Agustín. En su vuelta a Montevideo, empató 1 a 1 ante “Los Gauchos del Pantanoso” y derrotó a los dos equipos peruanos por el mismo score: 2 a 0. Peñarol se clasificó para la segunda fase del torneo sin pasar sobresaltos, y con 4 puntos de diferencia sobre su escolta.

En la instancia semifinal, Peñarol integró la llave más complicada junto a Independiente de Avellaneda, y River Plate, último campeón del torneo que buscaba la defensa del título. En el debut en el Estadio Centenario, los aurinegros aplastaron con un cómodo 3 a 0 a los diablos de Avellaneda con goles de Aguirre, Cabrera y Viera. En su segunda presentación, empató 0 a 0 ante los “millonarios”, también en el Estadio Centenario.

El 30 de setiembre nos volvimos a medir con Independiente, en un histórico partido disputado en el Estadio Doble Visera de Avellaneda. Los pibes de Peñarol derrotaron 4 a 2 al «Rojo», en un partido que quedará marcado para siempre en ambas instituciones porque derribamos el invicto de Independiente de local en Copa Libertadores. En el último encuentro de la serie, caímos derrotados 1 a 0 en el Monumental pero ya nada importaba, Peñarol estaba en la final de la Libertadores y se enfrentaría al América de Cali, que venía de perder 2 finales consecutivas.

La primera final se disputó el 21 de octubre en el Estadio Pascual Guerrero con un marco repleto de colombianos que iban en búsqueda del primer título para el equipo caleño. Tabárez alineó a Eduardo Pereira, José Herrera, Marcelo Rotti, Obdulio Trasante, Alfonso Domínguez, José Perdomo, Gustavo Matosas, Daniel Vidal, Ricardo Viera, Jorge Cabrera y Diego Aguirre. Con goles de Battaglia y Cabañas antes de la primera hora de juego, los colombianos se quedaron con la victoria y daban un paso fundamental para conquistar la copa. Luego de un mal arranque, donde fue ampliamente dominado, en el segundo tiempo el carbonero tuvo algunas chances y pudo descontar, pero la suerte y el por momentos “bloqueo atrincherado” de los colombianos lo evitó.

La revancha se disputó una semana después en Montevideo. Peñarol estaba obligado a ganar o ganar, sin importar el resultado, ya que la diferencia de gol no tenía influencia en los dos primeros partidos. Un Estadio Centenario desbordado recibió a Eduardo Pereira, José Herrera, Marcelo Rotti, Obdulio Trasante, Alfonso Domínguez, José Perdomo, Eduardo Da Silva, Daniel Vidal, Ricardo Viera, Jorge Cabrera y Diego Aguirre.

Las cosas se complicaron de arranque ya que antes de los 20 minutos el paraguayo Roberto Cabañas abría el marcador para el conjunto colombiano con un cabezazo cruzado inatajable para Pereira. El primer tiempo se fue con derrota, con un Peñarol que iba en busca del empate con más garra que fútbol, pero con el plus de que era alentado por 65.000 personas.

A los 68 minutos llega el empate carbonero tras una pelota que viene de un tiro de esquina, y Diego Aguirre, se anticipa en el primer palo para cambiar la trayectoria del balón y poner a Peñarol nuevamente en partido. Continuábamos dominando el partido pero había una realidad, no podíamos penetrar el arco colombiano, y este empate nos dejaba sin copa. A falta de 3 minutos para que termine el partido, tenemos un tiro libre de frente al arco de la Ámsterdam y “el Bomba” Villar con magnífica pegada marcó el 2 a 1 para desatar la locura en el Centenario y forzar un tercer partido. Estábamos más vivos que nunca.

Si esta final había sido apasionante, qué adjetivo quedaría para la última. Se disputó el 31 de octubre en el Estadio Nacional de Santiago, escenario donde se escribieron páginas gloriosas en la historia del club, y que en 1987 tendría un nuevo capítulo. El reglamento indicaba que en caso de empate en los 90, se iría a un tiempo suplementario, y de persistir la igualdad, América de Cali sería el campeón debido a que tenía un mejor saldo de goles en las finales (2 a 0 vs 2 a 1). Aquel sábado de tarde en octubre defendieron a Peñarol Eduardo Pereira, José Herrera, Marcelo Rotti, Obdulio Trasante, Alfonso Domínguez, José Perdomo, Eduardo da Silva, Daniel Vidal, Ricardo Viera, Jorge Cabrera y Diego Aguirre.

El encuentro fue entretenido con llegadas para ambos equipos, aunque eran bastante imprecisos en cuanto a la elaboración de juego. La tensión y el nerviosismo se notaba en ambos equipos, pero América sabía que tenía una ventaja. En el segundo tiempo, el zurdo Viera tuvo la más clara, con un remate de afuera del área que da en el vertical izquierdo de Falcioni. Posteriormente Aguirre marca un golazo pero es anulado por offside. América también contestaba, y llegaba con algunas situaciones de peligro. Para sumarle dramatismo, fueron expulsados José “Pepe” Herrera y Roberto Cabañas.

Una de las jugadas más dramáticas se dio sobre el cierre del partido, tras un centro llovido que cae al área carbonera, Trasante se la quiere pasar de pecho a Pereira, y la impulsa con tanta potencia y altura que la pelota da en el horizontal y le queda servida a Gareca, que remata hacia arriba. Sobre el final, Jorge Villar ingresa al área colombiana y es derribado claramente por un defensa colombiano, pero el árbitro se desentiende de la jugada y no cobra un penal que vio todo el estadio.

El alargue iba a ser un sufrimiento. El reloj jugaría a favor del América de Cali, que tenía que aguantar apenas 30 minutos más para ganar la copa que todos quieren. Ambos equipos iban en búsqueda del gol, Peñarol porque estaba quedando con las manos vacías, y América para jugar más tranquilo los minutos finales. El clima se estaba caldeando y espesando. Los colombianos hacían tiempo y nuestros jugadores no se iban a dejar pasar por arriba. El juego sucio también se hacía presente: los alcanza pelotas demoraban y los suplentes del América tiraban balones a la cancha.

Cuando llegaba el minuto 120, sucedió el milagro y llegó el gol de Diego Aguirre. El número 9 ingresó por el sector izquierdo del área y remató cruzado para marcar el 1 a 0 y darle la quinta Libertadores de América a Peñarol, en la agonía, como nos gusta a los manyas, a lo Peñarol, en el mismo arco donde 5 años atrás la metió Morena, en el mismo arcó donde en el 66 comenzaba la remontada histórica contra River Plate. Peñarol fue fiel a su historia, y se quedó con el título. Así lo contó El Gráfico.

Equipo de la final: E.Pereira, O.Trasante, M.Rotti, J.B.Perdomo, J.Herrera, A.Dominguez, D.Vidal, E. Da Silva, D.Aguirre, R.Viera y J.Cabrera.

Campaña Partido a Partido

Primera Fase

6/03/1897 Peñarol 3 2 Progreso (Estadio Centenario) (Aguirre, Herrera, Viera)
18/04/1987 Alianza Lima 0 1 Peñarol (Estadio La Victoria) (Paz)
21/05/1987 Colegio San Agustín 1 1 Peñarol (Estadio Nacional de Lima) (Paz)
26/05/1987 Progreso 1 1 Peñarol (Estadio Centenario) (Herrera)
02/06/1987 Peñarol 2 0 Alianza Lima (Estadio Centenario) (Matosas, Herrera)
05/06/1987 Peñarol 2 0 Colegio San Agustín (Estadio Centenario) (Herrera, Viera)

 

# Equipo
Pts
PJ
PG
PE
PP
GF
GC
Dif
1. Peñarol
10
6
4
2
0
10
4
6
2. Alianza Lima
6
6
2
2
2
4
4
0
3. Progreso
5
6
1
3
2
7
7
0
4. Colegio San Agustín
3
6
1
1
4
5
11
-6

 

Segunda Fase

03/09/1987 Peñarol 3 0 Independiente (Estadio Centenario) (Aguirre, Cabrera y Viera)
16/09/1987 Peñarol 0 0 River Plate (Estadio Centenario)
30/09/1987 Independiente 2 4 Peñarol (Estadio Doble Visera) (Aguirre, Cabrera (x2) y Da Silva)
07/10/1987 River Plate 1 0 Peñarol (Estadio Monumental)

 

# Equipo
Pts
PJ
PG
PE
PP
GF
GC
Dif
1. Peñarol
5
4
2
1
1
7
3
4
2. River Plate
4
4
1
2
1
1
2
-1
3. Independiente
3
4
1
1
2
4
7
-3

 

Finales

21/10/1987 América de Cali 2 0 Peñarol (Estadio Pascual Guerrero) (Aguirre y Villar)
28/10/1987 Peñarol 2 1 América de Cali (Estadio Centenario)
31/10/1987 Peñarol 1 0 América de Cali (Estadio Nacional de Santiago) (Aguirre)
Notas relacionadas
El gol de Aguirre contado por varios
Hasta que llegó el milagro faltando apenas dos segundos para bajar el telón. El cabezazo de Viera, toque adentro de Villar, la filtración por la izquierda de Aguirre…
La revista El Gráfico lo contó así
Con el título de “Peñarol de los Milagros”, el famoso semanario deportivo argentino “El Gráfico” publicó la siguiente hermosa y emotiva nota de su enviado especial…