Copa Intercontinental 1961

El capitán William Martínez con la Copa Intercontinental

En 1961 Peñarol derrota al Benfica portugués y de esa manera se convierte en el primer equipo sudamericano campeón del mundo, continuando de esta manera con ser el pionero, dado que el año anterior se había convertido en el primer campeón de América. En aquel entonces, los partidos se disputaban en la modalidad de ida y vuelta, y en el caso de empatar en puntos (no se tenía en cuenta la diferencia de goles), se debía jugar un tercer encuentro.

El primer partido se disputó en tierras lusitanas el 4 de setiembre, más precisamente en el Estádio da Luz de Lisboa ante unos 40.000 espectadores, donde el Benfica se quedó con la victoria 1 a 0. Aquel día, Roberto Scarone alineó a Luis María Maidana, William Martínez, Núber Cano, Edgardo González, Néstor Gonçalves, Walter Aguerre, Luis Alberto Cubilla, José Francisco Sasía, Angel Rubén Cabrera, Alberto Pedro Spencer y Juan Joya. El único tanto del partido lo anotó Coluna a los 60 minutos de juego.

«El nuevo monarca europeo era un equipo poco o nada conocido más allá de Europa: Benfica. Procedía de un fútbol que recién en el ’66 en el Mundial de Inglaterra, daría cuenta de su valía. Se suponía que se trataba de una versión menor a la clase brasileña dada la influencia de la raza negra, atraída hacia la metrópoli desde los dominios coloniales creados por sus célebres navegantes (…) Pero si bien era desconocido, Benfica inspiraba respeto: había derribado del trono al Real luego de cinco años y no era poco (…) Fue derrota en el estadio “Da Luz”, con gol del número 10 Coluna, magnífico jugador con un aire ausente y endemoniado con la pelota» (Libro de Oro de Peñarol).

La Mañana tituló el martes 5 de setiembre de 1961: BENFICA FRUSTRÓ LA PRIMERA ESPERANZA AURINEGRA

Intercambio de banderines entre los capitanes de ambos equipos

La revancha se disputó el 17 de setiembre en el Estadio Centenario ante 56,358 espectadores que esperaban una victoria de Peñarol para forzar un desempate. En aquella jornada Peñarol fue arrollador y derrotó con un 5 a 0 categórico al equipo portugués. Scarone alineó a Luis María Maidana, William Martínez, Núber Cano, Edgardo González, Néstor Gonçalves, Walter Aguerre, Luis Alberto Cubilla, Ernesto Ledesma, Alberto Pedro Spencer, José Francisco Sasía y Juan Joya. «El técnico Roberto Scarone introdujo un solo cambio en relación al equipo que actuó en Lisboa. Salió Angel Cabrera, ingresó Juan Joya como extremo izquierdo y Ernesto Ledesma jugó de “8”, para seguir como su sombra a Coluna. Era un especialista en marca personal por disciplina táctica y se le destinaba a anular el juego del más talentoso y creador de los adversarios, al costo de “inmolarse” en la función. Y en esa tarea se reveló extremadamente útil en aquel ciclo» (Libro de Oro de Peñarol).

El marcador lo abrió el Pepe Sasía a los 10 minutos de tiro penal y el peruano Juan Joya aumentó la cuenta en dos oportunidades, a los 18 y 28 minutos. Sobre el cierre del primer tiempo, el ecuatoriano Spencer marcó el cuarto, y a los 58 anotó el quinto y definitivo gol que sellaba la paliza a los portugueses. Peñarol, no conforme con la sugestiva goleada, siguió insistiendo en busca de nuevas conquistas, malogrando Sacía y Cubilla dos o tres situaciones muy propicias para aumentar el tanteador. En medio de una auténtica fiesta en las tribunas, se llegó al final de la lucha con este resultado: PEÑAROL 5 – BENFICA 0

Publicaba La Mañana, el lunes 18 de setiembre de 1961:

“PEÑAROL FUE DIGNO DE SU TÍTULO Y EN EXCELENTE PERFORMANCE GOLEÓ AL CAMPEÓN EUROPEO”

AVASALLANTE: SU ATAQUE PULVERIZÓ EL INTENTO DE BENFICA POR SOSTENER SUS POSIBILIDADES

Cubilla, Ledesma, Sasia, Spencer, Joya

Peñarol, en brillante performance, goleó al campeón europeo Benfica, logrando así forzar un tercero y decisivo match para definir el título de mejor del mundo. El team aurinegro exhibió a lo largo de los noventa minutos, una abrumadora superioridad que le permitió imponerse con una comodidad que no estaba en los cálculos previos de los aficionados.

Néstor Goncalves y Edgardo González brillaron en la línea defensiva, exhibiendo decisión y vigorosidad en el juego el primero y jugando su mejor partido, en una labor firme y con iniciativa, el lateral derecho. Mientras que en el juego ofensivo Alberto Spencer fue la mejor figura del campo, con noción para el desmarque y conquistando dos de los cinco goles de Peñarol, Ernesto Ledesma se mostró laborioso y movedizo, cumpliendo una excelente labor. Por último, el puntero peruano Juan Joya consiguió destaque, mostrándose muy vivaz y efectivo, marcando el segundo y el tercer gol y participando, además, en todas las jugadas de peligro que creó el quinteto ofensivo aurinegro.

La diferencia de goles no era tenida en cuenta en ese entonces, por lo que se forzó a un tercer partido. El partido decisivo se jugó en Montevideo apenas dos días después. «Flotaba en el aire, luego de la hermosa exhibición del domingo, la sensación de que la Copa Intercontinental iría a nuestras vitrinas en lo que habría algo así como un determinismo histórico. Nadie como Peñarol había hecho tanto por tan grande objetivo» (Libro de Oro). El 19 de setiembre, más de 60.000 espectadores fueron al Estadio Centenario con un solo objetivo en mente, ver a Peñarol por primera vez Campeón del Mundo. Peñarol salió a la cancha con Luis María Maidana, William Martínez, Núber Cano, Edgardo González, Néstor Gonçalves, Walter Aguerre, Luis Alberto Cubilla, Alberto Pedro Spencer, Ernesto Ledesma, José Francisco Sasía y Juan Joya.

Rápidamente los carboneros se pusieron arriba en el tanteador. «Cuando se llevaban disputados solamente cinco minutos, miles de gargantas estallan en un enfervorizado festejo, al lograr Sasía la conquista de apertura para Peñarol. Walter Aguerre ejecutó un envío por elevación, el que fue tomado por el piloto aurinegro, que, con impecable golpe de cabeza, superó el esfuerzo defensivo de Costa Pereira».

El histórico jugador portugués Eusebio empató transitoriamente el partido y le daba vida al equipo portugués. Benfica rompió el asedio en el minuto 35 y sorpresivamente logró restablecer la paridad en las cifras, cuando lo único que se podía aguardar era el segundo de Peñarol. La conquista estuvo a cargo del joven forward mozambiqueño Eusebio, quien usufructuó una defectuosa entrega de William Martínez y tras avanzar algunos metros, despidió un gran remate, que ingresó por el ángulo superior izquierdo de Maidana. 

Pero pasaron apenas 5 minutos para que nuevamente el Pepe Sasía, esta vez de penal, marcó el gol con que el Club Atlético Peñarol ganaba la Copa Intercontinental y se convertía en el mejor equipo del mundo. En medio de un clima de euforia colectiva, que luego se transformaría en fiesta popular hasta altas horas de la madrugada, el partido culminó con el siguiente resultado: PEÑAROL 2 – BENFICA 1. 

La Mañana del 20 de setiembre de 1961, dedicaba una amplísima cobertura al acontecimiento.

PEÑAROL EN LA CIMA: ¡CAMPEÓN DEL MUNDO!
LA GLORIA ACARICIA OTRA VEZ AL FÚTBOL URUGUAYO
AL GRITO DE PEÑAROL, ASOMÓ EL ALBA

Peñarol logró coronarse anoche como brillante Campeón del Mundo, al imponerse al poderoso Benfica por 2 a 1, en el decisivo cotejo disputado en el Estadio Centenario, ante 65.000 personas que vibraron como nunca, siendo testigos de otra memorable conquista del fútbol uruguayo, representado otra vez en forma brillante por Peñarol.
Ambos equipos, más allá del resultado, demostraron el porqué de su condición de mejores de ambos continentes, brindando un espectáculo maravilloso, tenso y vibrante, que fue ganado por un team aurinegro que demostró en todo momento, una mejor aptitud técnica y futbolística.